Redacción7CDMX
El teatro mexicano tuvo en Silvia Pinal a una de sus grandes pilares.
Debutó en los escenarios, en un papel secundario en Sueño de una noche de varano en 1947, a continuación, obtuvo un estelar con una compañía de teatro experimental en Los caprichos de Goya, dirigida por Rafael Banquells.
El Gallinero fue su el primer trabajo profesional, y se presentó en el Teatro Ideal
“Doña Inés” durante las representaciones de Don Juan Tenorio parecía hecha a su medida.
En “El cuadrante de la soledad” de José Revueltas, con música de Silvestre Revueltas contó con decorados de Diego Rivera.
En 1950 protagonizó Celos del aire, con la compañía de Manolo Fabregas.
Anna Christie en 1955, con Wolf Ruvinskis recibió el aplauso de la crítica.
¡Ring, ring! Llama el amor fue la primera comedia musical producida en México en el Teatro del Bosque.
En 1973, otro papel que parecía diseñado para ella fue el musical Mame.
Este musical lo montó en el Teatro de los Insurgentes.
Incluso fue la puesta que inauguró el teatro Silvia Pinal en la colonia Roma en 1989, donde impulsó el montaje de los musicales.
Produjo en 1993, La jaula de las locas con Gustavo Rojo y Javier Díaz Dueñas.
Más tarde, adquirió el Teatro Diego Rivera, que ahora se llama Nuevo Teatro Silvia Pinal.
Con Ignacio López Tarso actuó en ¿Qué tal, Dolly? En 1996.
Debiera haber obispas en 2002 fue una de sus últimas participaciones en las tablas.
Así como Adorables enemigas y Amor, dolor ¡y lo que traía puesto! En el 2012.