Redacción/CDMX
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la migraña es considerada un tipo de cefalea incapacitante, en donde las personas que la sufren describen el dolor como martilleante e intenso, incluso, es capaz de provocar náuseas y ceguera momentánea, para posteriormente presentar sensibilidad a la luz, el sonido y fatiga.
También la OMS dice que la migraña se debe a la activación de un mecanismo encefálico que conduce a la liberación de sustancias inflamatorias sobre los nervios del cerebro.
La alteración química del líquido cefalorraquídeo derivada de una ausencia de actividad neuronal, podría ser la causa del dolor asociado al padecimiento.
Los neurocientíficos han identificado factores alimenticios, ambientales, hormonales y poblacionales que propician la migraña.
Cuando las personas se encuentran en la etapa de sensibilidad extrema ambiental se conoce como “aura” en esta fase el cerebro experimenta una “depresión cortical propagada” (CDC), también llamada “apagón neuronal” de corto tiempo.
El cerebro no siente dolor, sin embargo, los nervios circundantes al cerebro son los que presentan las alertas punzantes y significa que el líquido cefalorraquídeo se filtró de alguna manera a los nervios de la meninges que es una capa de tejido que recubre al cerebro.
Durante la fase de “aura” se presenta el dolor intenso, en este mecanismo se filtra el líquido cefalorraquídeo durante la CDC, en esta fase se observó una disminución de algunas proteínas, mientras que otras se duplicó como la proteína transmisora CGRP que es uno de los objetivos de los medicamentos contra la migraña.
De igual manera se detectó la abertura de un ganglio cerca del rostro que conecta con los nervios de la meninges, esta abertura abrió la ruta que permitió que el líquido encefalorraquídeo alterado inundará las células nerviosas.
Para terminar, la fase “aura” se vincula con un cambio del líquido cefalorraquídeo que provocan la migraña.
Sin embargo, los expertos aseguran que el dolor de cabeza debe ser escuchdo, en lugar de evadirlo, en ese sentido es protector, pues indica que la persona debe buscar el descanso, la recuperación y dormir asegura Maiken Nedergaard autora de la investigación que fue publicada en la revista Nature.
(Con información de Wired)