Redacción/CDMX.
La inteligencia artificial se utiliza cada vez más para crear contenidos, estudiar, buscar información o para entretenerse, y debido a su rapidez y facilidad de uso resulta una herramienta cada vez más atractiva. Pero ¿podría volverse adictiva?
La psicóloga Gabriela Paoli asegura que esto puede suceder, basándose en que cualquier actividad que produzca placer es susceptible de volverse adictiva.
Las tecnologías de la información y comunicación están generando en los usuarios comportamientos que encajan en una de las definiciones de adicción, una dependencia de la práctica de una actividad que resulta nociva para la salud.
Algunos navegan de un sitio a otro, juegan videojuegos o se mantienen conectados en las redes sociales, incluso hasta hacer compras electrónicas sin control.
Y aunque aún es pronto saber si la IA provoca adicción, lo que ocurre con las tecnologías digitales ofrece algunas pistas.
“Desde hace años veo en mis consultas problemas relacionados con el abuso de la tecnología”, señala la psicóloga.
La hiperconectividad ha traído trastornos como la “nomofobia” que es el pánico a no poder comunicarse a través del móvil, o el “fomo”, miedo a perderse algo.
Este tipo de problemas se manifiestan como ansiedad, nerviosismo o angustia.
Asegura que el sector más vulnerable a una posible adicción son los adolescentes y jóvenes que están en pleno desarrollo y consolidación de su identidad, emociones y decisiones sobre su futuro.
Para prevenirla, la especialista recomienda plantear el uso que se le quiere dar a la tecnología, interactuar de forma consciente y controlar el tiempo que pasamos usando los programas de IA.
(Con información de El Sol de México)