Científicos han descubierto que la actividad física puede contrarrestar algunos efectos negativos del mal dormir
Redacción/CDMX
Dormir, y dormir bien, es una necesidad innegable para poder sobrevivir y también para aumentar nuestra calidad de vida y, por supuesto, nuestra longevidad.
Y es que la evidencia actual sugiere que dormir poco o mucho puede incrementar el riesgo de mortalidad por todas las causas.
Ahora sabemos que el sueño y el ejercicio físico se influyen de manera mutua mediante una interacción recíproca –por demás compleja-, que incluye múltiples vías fisiológicas y psicológicas.
Y es que hace un mes, un estudio publicado por la revista de la Sociedad Europea de Cardiología así lo demuestra.
Por tanto, la actividad física puede reducir la asociación de suprimir las duraciones de sueño inadecuados con la mortalidad.
Este estudio nos revela que aquellos individuos que duermen muchas, o pocas horas, pueden reducir su elevado riesgo de muerte, en comparación con los individuos que duermen el tiempo ideal, si realizan las recomendaciones de actividad física de la Organización Mundial de la Salud.
Los autores especulan sobre los mecanismos por los cuales se produce este fenómeno de la reducción del riesgo de mortalidad en los que duermen muchas o pocas horas.
Pocas horas de sueño se asocian con una serie de patologías, entre las que se incluyen: hiperactivación del sistema nervioso simpático, resistencia a la insulina, disfunción endotelial e inflamación.
Por el contrario, la actividad física refuerza la capacidad cardiorrespiratoria, inhibe la respuesta inflamatoria y mejora el metabolismo de la glucosa.
(Con información de El País)