Redacción/CDMX
Los avances médicos y el estudio y análisis que se tiene de nuestro cuerpo hasta el momento nos permiten pensar en un diseño “poco inteligente” en nuestro organismo.
Bajo esta premisa se hace un recuento breve pero conciso de aquellas “imperfecciones” del cuerpo humano.
Empecemos este recorrido por el órgano sexual masculino: El aparato reproductor masculino es un claro ejemplo de “mal” diseño.
No parece óptimo tener un órgano tan sensible totalmente expuesto.
Sería mucho mejor que estuviera bien resguardado como lo están los pulmones o el corazón.
El problema es que nuestros gametos masculinos, los espermatozoides, no se desarrollan de manera correcta a la temperatura de nuestro cuerpo (36,5ºC), y la solución para bajar un poco esa temperatura ha sido la que todos conocemos.
Otros organismos, que no son de sangre caliente, como por ejemplo, las ranas, tienen los órganos reproductores masculinos bien resguardados y protegidos.
La columna vertebral es otro ejemplo de lo mal diseñado que estamos.
Y es que ¿quién no ha tenido en su vida uno o varios problemas de espalda?
En el resto de mamíferos que caminan a cuatro patas las vértebras se disponen horizontalmente, formando un arco que sustenta de manera eficiente el resto de estructuras del cuerpo del animal.
Sin embargo, en los humanos nuestra condición bípeda hace que nuestras vértebras se dispongan literalmente formando una columna en disposición vertical.
Esta disposición hace que las vértebras inferiores tengan que soportar un gran peso y varias fuerzas.
Y es la razón de que los problemas lumbares en nuestra especie sean la regla y no la excepción.
Otro órgano que tiene problemas es el ojo humano. La retina está cubierta de fotoreceptores que captan la información lumínica que el nervio óptico posteriormente manda a nuestro cerebro.
El problema es que en el punto en que el nervio óptico cruza la retina no hay foto receptores, lo que hace que todos tengamos un punto ciego en cada ojo.
Otro ejemplo de mal diseño de nuestro cuerpo es el de la garganta humana.
Los conductos que llevan alimentos y aire se mezclan de manera muy peligrosa en algunos puntos de nuestro organismo, y la faringe es el punto más crítico.
Normalmente el agua y los alimentos viajan desde el exterior al esófago y el aire a la tráquea.
Pero algunas veces algo falla, y los alimentos van hacia la tráquea bloqueando el flujo de aire, lo que puede desencadenar consecuencias fatales como la muerte por asfixia.
Esto hace que una de las primeras causas de muerte no natural de personas sanas en nuestra especie es el atragantamiento.
Estos son solo algunos ejemplos de “diseño poco inteligente” en nuestro organismo, pero la lista se extiende: el canal del parto, la multitud de huesos en pies relativamente poco flexibles, el mecanismo de coagulación de la sangre, el codo de niñera, el genoma humano entre otros.
(Con información de BBC News Mundo)