Por lo regular, una mujer cumple con una doble jornada (por trabajo retribuido y no retribuido), además tiene una autoexigencia para redoblar esfuerzos en el ámbito laboral
Redacción/CDMX
Para muchas mujeres la frase “tener tiempo libre” es algo que no existe, esa opción de dejar algo pendiente es nula y depende de muchas variables socioeconómicas, culturales, familiares, el lugar en donde viven, su trabajo, si tienen pareja o hijos.
Cualquiera que sea su situación, a las mujeres les hace falta horas para hacer todas las actividades que se le imponen.
“Coste de oportunidad de la brecha de género en ocio” de ClosinGap fue un estudio que se realizo en 2019 en España y concluyó que las mujeres juntan un total de 11,1 millones de horas de ocio menor al de los hombres, una hora y 37 minutos por mujer.
Pero esto cambia, por ejemplo, en el mundo rural donde las mujeres dedican dos horas y siete minutos más al día a las labores del hogar y la familia que los hombres.
Laura Sagnier, una mujer economista y experta en big data y market intelligence realizó un análisis sobre qué piensan, qué sienten y cómo están las mujeres en España (Las mujeres Hoy, Deusto 2018), en donde menciona que las “horas libres” que tenían las mujeres dependía de varios “frentes” lo que significaba: hijos, parejas, trabajo:
Con ningún frente, cuatro horas y 18 minutos. Si solo viven en pareja, cinco horas y seis minutos. Si solo tienen hijos, cuatro horas y 18 minutos. Si solo tienen trabajo remunerado, tres horas y 36 minutos.
Si viven en pareja y tienen hijos, tres horas y 18 minutos. Si viven en pareja y tienen trabajo remunerado, tres horas y 24 minutos.
Si tienen trabajo remunerado e hijos, dos horas y media. Y si tienen todos los frentes, una hora y 54 minutos, recopiló.
Esto en gran parte es por la doble jordana a las que se someten, el trabajo retribuido y el no retribuido, en este caso el doméstico, genera una carga mental de organización diaria.
Sin dejar de lado la autoexigencia derivada de los estereotipos y la brecha de género que hacen que las mujeres tengan que hacer muchas cosas para ser reconocidas de la misma manera que los hombres y así alcanzar los mismos objetivos y demostrar que son competentes.
La estructura de nuestra sociedad hace que las mujeres sean las que padezcan más estrés, ansiedad, depresión y problemas emocionales, son las que más medicamentos toman, el simple hecho de ser mujer se considera factor de riesgo.
Varios estudios demuestran que tienen un 20% más probabilidades de tener problemas de salud mental, prácticamente el doble que los hombres y, a pesar de esto, las mujeres son las resilientes, asegura Javier Olivera Pueyo, psiquiatra responsable del programa de Psicogeriatría y Medicina Psicosomática del Hospital Universitario San José de Huesca, es por esto que aunque presentan más problemas de salud mental, las mujeres tienden a suicidarse mucho menos que los hombres.
(Con información de Isabel Valdés/Pablo Linde de El País)