Se realizó un estudio a 202 taiwaneses, mostrando que alrededor de un 54 por ciento tenían una estenosis significativa en la arteria carótida
Paola Sánchez /CDMX
Un video de teléfono inteligente podría detectar un vaso sanguíneo bloqueado en su cuello que pudiera provocar un accidente cerebrovascular (ACV), sugiere un nuevo estudio.
Durante las grabaciones, los participantes yacieron de espaldas, con las cabezas echadas hacia atrás en un dispositivo para minimizar el movimiento.
La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA) afirma que los videos podrían proveer una forma no invasiva de evaluar a las personas en riesgo de ACV.
Casi un 87 por ciento de los ACV son del tipo isquémico, que ocurren cuando unos depósitos de grasa se acumulan en la arteria carótida del cuello, lo que bloquea el suministro de sangre al cerebro.
«Entre un 2 y un 5 por ciento de los ACV ocurren cada año en personas sin síntomas, de forma que se necesita una detección mejor y más temprana del riesgo de ACV», planteó el autor principal, el Dr. Hsien-Li Kao, cardiólogo intervencionista del Hospital de la Universidad Nacional de Taiwán, en Taipéi.
Su equipo, reportó que el análisis de movimiento de un video grabado con un teléfono inteligente detectaba con precisión las arterias obstruidas en el cuello.
El estudio se publicó en la edición en línea del 17 de agosto de la revista Journal of the American Heart Association.
«Fue un emocionante momento ‘eureka’ para nosotros», aseguró Kao en un comunicado de prensa de la Asociación Americana del Corazón.
Los métodos diagnósticos existentes (ultrasonido, TC e IRM) requieren que la detección se realice con un equipo de imágenes médicas y un personal especializados.
El análisis de un video grabado con un teléfono inteligente es no invasivo y fácil de realizar, así que podría proveer una oportunidad de aumentar la detección.
Aunque se necesitan más investigación y desarrollo, las grabaciones y el análisis del movimiento quizá se puedan implementar de manera remota, o tal vez incluso sea factible una aplicación descargable, explicó.
Kao anotó que los cambios en la velocidad y el patrón del flujo sanguíneo a través de las arterias, justo debajo de la superficie de la piel son demasiado sutiles para observarlos a simple vista.
Su equipo utilizó la magnificación del movimiento y el análisis de píxeles para detectar unos minúsculos cambios en las características del pulso en la superficie de la piel en videos de teléfonos inteligentes.
Los 202 adultos taiwaneses que participaron en el estudio habían recibido atención en un solo hospital.
El estudio mostró que alrededor de un 54 por ciento tenían una estenosis significativa en la arteria carótida, lo que significa que al menos la mitad de la arteria estaba bloqueada, según se diagnosticó mediante ultrasonido.
Los demás participantes no tenían bloqueos significativos. Los investigadores utilizaron un iPhone 6 de Apple para grabar videos de 30 segundos de los cuellos de los pacientes.
El equipo utilizó un teléfono de un modelo más antiguo porque pensó que era más común.
Un algoritmo de análisis de movimiento en video detectó la estenosis con una precisión del 87 por ciento en el grupo que ya había sido diagnosticado mediante el ultrasonido.
«Se necesita más investigación para determinar si el video grabado en los teléfonos inteligentes es un método promisorio para ayudar a acelerar el proceso y aumentar la detección de los ACV», planteó Kao.
La estenosis de la arteria carótida es silenciosa hasta que hay un ACV. Con este método, los profesionales clínicos podrían grabar un video del cuello de los pacientes con un teléfono inteligente, subir el video para el análisis y recibir un informe en cuestión de cinco minutos.
La detección temprana de la estenosis de la arteria carótida podría mejorar los resultados de los pacientes, continuó.
La mayoría de los pacientes eran hombres (un 79 por ciento) y tenían una edad promedio de 68 años.
El estudio tuvo limitaciones: el número de participantes fue bajo, y todos tenían un riesgo alto de un evento cardiovascular.
Además, no se analizaron la longitud ni el ángulo del cuello, lo que podría afectar a los resultados del análisis del video.
Kao añadió que no es probable que el color de la piel limite las aplicaciones de esta investigación a una población más amplia, debido al método de iluminación estándar que se usó.