Restaura INAH juego de pelota en la sierra gorda

Distrito Federal, 25/10/12 (N22).-
Uno de los cuatro juegos de pelota de Toluquilla, el
sitio arqueológico más grande del sur de la Sierra Gorda de
Querétaro, es restaurado actualmente por el Instituto Nacional de Antropología
e Historia (INAH-Conaculta); este asentamiento prehispánico fue un centro
político y administrativo importante, a nivel regional, desde el año 600 hasta
1200 d.C.

Elizabeth
Mejía Pérez Campos, coordinadora del Proyecto Arqueológico Toluquilla, informó
que esta antigua ciudad, localizada sobre una meseta cercana al municipio
queretano de San Joaquín, consta de 120 edificios distribuidos en su cima.
Cuartos, plazas y templos se hallan alrededor de sus cuatro canchas de Juego de
Pelota.
El
nombrado Juego de Pelota 1 que se interviene actualmente, mide 40 m de largo por 9 de ancho,
y se ubica en el área de acceso al sitio prehispánico. El espacio está formado
por dos paramentos, el edificio de remate, la cancha y un patio al lado oeste.

“En Toluquilla los paramentos son
muy rectos y no tienen huellas de haber sostenido aros, por ello, y de acuerdo
con los datos que han arrojado las exploraciones, se supone que esta modalidad
de juego usaba marcadores de piso.

“Los templos que lo rematan son
los más importantes del sitio. El conjunto termina con un patio elevado, cuyas
actividades se relacionaron tal vez con los ritos de este juego, que en la
época prehispánica tenía un carácter ritual, de lo que se infiere que el pueblo
fue un santuario”, explicó la investigadora del Centro INAH-Querétaro. 

Elizabeth
Mejía detalló que los trabajos de restauración se enfocan en los paramentos de
la cancha (de 3.70 m
de longitud) y en el edificio de remate, los cuales muestran pérdida de
argamasa. Con el fin de consolidarlos, se procedió a la numeración de las
piedras que componen los muros y su registro; después se desmontan y vuelven a
colocarse ordenadamente usando una variante de la mezcla original.

La construcción de los edificios
de Toluquilla en la época prehispánica, se hizo 
a base de una argamasa de arcilla roja (por su contenido de óxido de
hierro) con un poco de cal. “Para la restauración aplicamos materiales afines.
De esa manera la conservación queda garantiza por 15 años”, anotó la arqueóloga
del INAH.

Juegos de pelota y minería en la Sierra Gorda
Elizabeth Mejía Pérez Campos destacó que “en sitios de
la Sierra Gorda
se han registrado 30 juegos de pelota, todos distintos, sea en cómo remata el
edificio, si tienen adosados uno o dos cuartos al paramento, algunos tienen
acceso lateral y otros no. Fray Bernardino de Sahagún escribió que cualquier
ciudad prehispánica con lustre tenía un juego de pelota, en Toluquilla existen
cuatro y en Ranas —un asentamiento cercano— hay tres, lo cual nos habla de la
importancia que tuvieron ambos”.

Tanto
los habitantes de Toluquilla como de Ranas, dijo,  además de dedicarse a la caza y a la
agricultura, explotaron el sulfuro de mercurio conocido como cinabrio, el cual
era muy preciado en toda Mesoamérica. En Palenque y Copán, ciudades mayas, como
en Teotihuacan, se han encontrado restos humanos cubiertos con este polvo
rojizo.

Ello
hizo de la minería un factor importante en el desarrollo del sur de la Sierra Gorda de
Querétaro, ya que pudo realizar la comercialización o el intercambio de ese
producto con otras regiones mesoamericanas, acciones evidentes en Toluquilla
por los materiales foráneos que se han hallado en las excavaciones de este
sitio.

De
acuerdo con la doctora Elizabeth Mejía, a lo largo de las investigaciones en
Toluquilla han sido excavados los restos óseos de 197 individuos, los cuales se
hallaron repartidos en 27 entierros. Varios de ellos —desde neonatos hasta
adultos mayores— se localizaron en el llamado Edificio del Espejo, en el área
habitacional de la zona arqueológica.
Las
pruebas realizadas a las osamentas encontradas en el Edificio de los Espejos,
sugieren que los habitantes prehispánicos de Toluquilla inhalaron, ingirieron
en agua o alimentos y acumularon en sus huesos el mercurio a lo largo de su
existencia.

“Algunas de las muestras,
correspondientes a niños, e incluso a fetos, arrojaron contaminación por
metales. La pregunta obligada es cómo ocurrió esto, de modo que parte de las
investigaciones se han encaminado a conocer si el mercurio fue inhalado, si se
consumió mediante alimentos contaminados, o si fue por ingerir agua.

“Actualmente estamos en contacto
con especialistas del Centro de Ciencias de la1 Atmósfera de la UNAM, quienes nos ofrecerán
una alternativa para profundizar la investigación. Consideramos que los
habitantes dedicados a la minería, subían el cinabrio al sitio y aquí lo
almacenaban, por lo que la contaminación se dispersaba por varios medios”,
explicó Elizabeth Mejía.

Con aproximadamente tres mil 500
visitantes al año, Toluquilla representa asimismo un proyecto autosustentable.
Desde su apertura al público hace 15 años, el abastecimiento de agua a la zona
arqueológica es gracias a la captación que se da en periodo de lluvias. Además
con la instalación de celdas solares también se dispone de luz directa y
alterna.

Imagen:http://bit.ly/Tdh7Hi
12AM

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