El 18 de enero ocurrió esta entrevista con el astrobiólogo en la que nos habló sobre las misiones que este año llegarán a Marte; ayer murió a los 61 años. Lo recordamos a través de esta conversación
Karen Rivera / Ciudad de México
¿Hay vida fuera de la Tierra? Esta fue una pregunta que acompañó al doctor Rafael Navarro desde su infancia. Su pasión por explorar el Universo y estudiar el origen de la vida, lo llevó a convertirse en el único latinoamericano en integrar la misión espacial Curiosity de la NASA, que tenía como objetivo examinar los niveles de radiación cósmica en el entorno de Marte y que aún recorre los cráteres marcianos. El 28 de enero el Investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM murió a consecuencia de la COVID-19. Poco antes, el 18 de este mes nos dio una entrevista para Liminal, charla con la que recordamos y honramos el trabajo del astrobiólogo mexicano.
En febrero de 2021 se planea que lleguen a Marte tres misiones espaciales: Perseverance de Estados Unidos; Tianwen 1, que significa “preguntas al cielo”, de China; y la sonda Hope de los Emiratos Árabes Unidos. Todas tienen en común que buscan proporcionar nuevos conocimientos científicos de la superficie marciana. Pero la carrera no será sencilla. De las 23 misiones que la NASA ha enviado al planeta rojo, siete se perdieron; sin embargo, consiguió depositar cuatro robots que ayudaron a estudiar su atmósfera, geología y clima. Fue el doctor Rafael Navarro uno de los principales impulsores de la búsqueda de materia orgánica en este territorio.
«La misión robótica Perseverance lo que va a hacer una vez que pise la superficie de Marte es que va a colectar aire marciano. Y lo va a tratar de separar para producir oxígeno en un intento para demostrar que va a ser factible generar gases que puedan respirar los astronautas en un futuro. El robot Perseverance no lleva tampoco instrumentos que permitan buscar vida, pero lleva microscopios que pueden analizar el suelo y puede ver, por ejemplo, la presencia de cúmulos de compuestos orgánicos y tratar de descifrar si esos pudieran ser de origen biológico o de origen químico», explicó el investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.
Perseverance arribará el 18 de febrero al cráter Jezero, que se formó por el impacto de un asteroide hace 4 mil millones de años y que en el pasado albergó un lago, se trata de un vehículo autónomo que cuenta con 23 cámaras y un sistema de recolección de muestras que permitirá analizar rastros orgánicos. Incluso podrá guardar cerca de medio kilo de rocas y polvo en aproximadamente 20 cápsulas para su futuro envío a la Tierra. Por su parte, la sonda Hope buscará estudiar cómo se mueve la energía, a través de la atmósfera durante todas las estaciones del año en Marte y rastreará características que influyen en la temperatura de la atmósfera.
«Tianwen, de China, es una misión que lleva un orbitador y un robot, el robot es más pequeño que lo que sería Curiosity o Perseverance, probablemente sea más pequeño que el vehículo Oportunity y Spirit, pero va a llevar instrumentos que le van a permitir estudiar actividad sísmica, clima en Marte y va a poder colectar muestras de suelo.
»Hay otra misión que no pudo salir en el verano del año pasado, debido a la pandemia y se tuvo que posponer dos años más, es ExoMars de la Unión Europea. Ese robot lo que va a hacer es que va a colectar aire de la atmósfera marciana, va a atrapar la humedad para producir agua líquida y esta agua líquida pueda ser utilizada para consumo humano. Con estas misiones se está preparando para que en un futuro no muy lejano puedan llegar humanos a Marte.»
Para Rafael Navarro, Curiosity fue el vehículo espacial más sofisticado que haya puesto el humano en otro planeta. Lo llamaba un laboratorio químico móvil que intentaba buscar todos los ingredientes necesarios para la vida. Y fue gracias a su contribución en el diseño del experimento y a su desarrollo de una nueva metodología que este explorador detectó la presencia de compuestos orgánicos y nitrogenados esenciales para que la vida pudiera existir en el pasado o presente de la superficie de Marte. Sin duda, su conocimiento nos hará falta en la conquista de territorios marcianos.
Imagen: Curiosity Rover / NASA / JPL-Caltech / MSSS