El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ha dado a conocer un informe que describe de manera exhaustiva las graves y cada vez peores consecuencias para los niños que puede generar la pandemia si se prolonga
Ciudad de México (N22/Redacción).- Desde 1959, Naciones Unidas celebra cada 20 de noviembre el Día Mundial de los Niños, un punto de partida para llevar a cabo medidas inspiradoras para defender, promover y celebrar los derechos del niño a través de diálogos y acciones que construirán un mundo mejor para los niños. La crisis de la COVID-19 ha resultado ser una crisis de los derechos de los niños.
Frente a esta situación, unos días previos a esta fecha, UNICEF dio a conocer «Evitar una generación perdida a causa de la COVID-19» es el primer informe de UNICEF que describe de manera exhaustiva las graves y cada vez peores consecuencias para los niños que puede generar la pandemia si se prolonga. En el informe se muestra que, si bien los síntomas entre los niños infectados siguen siendo leves, las infecciones van en aumento y las repercusiones a largo plazo sobre la educación, la nutrición y el bienestar de toda una generación de niños y jóvenes pueden cambiar sus vidas.
Algo importante y que hay que destacar de este informe es que enfatiza lo siguiente:
«A lo largo de la pandemia de COVID-19 ha surgido el mito persistente de que los niños apenas resultan afectados por la enfermedad. Nada más lejos de la realidad», dijo Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF. «Aunque los niños pueden enfermarse y pueden propagar la enfermedad, esto es sólo la punta del iceberg de la pandemia. Las interrupciones en los servicios básicos y el aumento de las tasas de pobreza representan la mayor amenaza para los niños. Cuanto más tiempo persista la crisis, más profundas serán sus consecuencias sobre la educación, la salud, la nutrición y el bienestar de los niños. El futuro de toda una generación está en peligro».
Como se informa en la página de UNICEF, en el informe se señala que, hasta el 3 de noviembre, los niños y adolescentes menores de 20 años representaban 1 de cada 9 de las infecciones por COVID-19 en 87 países con datos desglosados por edad; esto supone el 11% de los 25,7 millones de infecciones notificadas por esos países.
Uno de los puntos a los que también hay que poner atención de este informe es la recomendación de que, con las medidas sanitarias pertinentes, es mejor mantener las escuelas abiertas que cerrarlas:
«Si bien los niños pueden transmitirse el virus entre ellos y a grupos de mayor edad, hay pruebas sólidas de que, con las medidas de seguridad básicas que hay en vigor, los beneficios netos de mantener las escuelas abiertas superan los costos de cerrarlas. Las escuelas no son el principal factor de transmisión en la comunidad, y los niños tienen más probabilidades de contraer el virus fuera del entorno escolar».
Entre los datos más alarmantes del informe se incluyen los siguientes:
- Hasta noviembre de 2020, 572 millones de estudiantes resultaron afectados por el cierre de escuelas a nivel nacional en 30 países, es decir, el 33% de los estudiantes matriculados en todo el mundo.
- Se estima que en un período de 12 meses podrían producirse 2 millones de muertes infantiles y 200.000 mortinatos adicionales si se producen graves interrupciones en los servicios y un aumento de la malnutrición.
- Otros 6 o 7 millones de niños menores de 5 años sufrirán emaciación o malnutrición aguda en 2020, un aumento del 14%; esto representará más de 10.000 muertes infantiles adicionales al mes, principalmente en África Subsahariana y Asia Meridional.
- Se estima que, a nivel mundial, el número de niños que viven en una situación de pobreza multidimensional –sin acceso a la educación, la salud, la vivienda, la nutrición, el saneamiento o el agua– se ha disparado en un 15%, es decir que afectará a 150 millones de niños más para mediados de 2020.
Para responder a esta crisis, UNICEF hace un llamamiento a los gobiernos y a los asociados para que tomen las siguientes medidas:
- Velar por que todos los niños puedan aprender, incluyendo la reducción de la brecha digital.
- Garantizar el acceso a servicios de salud y nutrición y lograr vacunas asequibles.
- Apoyar y proteger la salud mental de los niños y los jóvenes y poner fin al abuso, la violencia por razón de género y el abandono.
- Ampliar el acceso al agua potable, el saneamiento y la higiene, y luchar contra la degradación del medio ambiente y el cambio climático.
- Impedir el aumento de la pobreza infantil y promover una recuperación inclusiva.
Información tomada de UNICEF
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Imagen de portada: UNICEF/UNI328446/Willocq