La cinta visibiliza el suicidio, una terrible realidad que aqueja a los pueblos originarios
Morelia, Michoacán (N22/Julio López).- El suicidio parece un mal moderno, algo que solo sucede en las grandes urbes. Ahí radica la importancia de un documental como Kuxlejal de la directora Elke Franke, pues visibiliza una terrible realidad que aqueja a los pueblos originarios.
«Los índices de suicidio en los pueblos originarios del mundo son más altos que en las urbes, es una problemática que existe, pero es más alto en los pueblos originarios y es el doble de alto en hombres.»
¿Qué hace a un joven pensar que su vida no vale nada? El problema es más grave de lo que se podría creer. El equipo de filmación vivió la tragedia en carne propia, durante el rodaje uno de los protagonistas de esta historia se quito la vida.
«Para empezar, ese suceso fue un shock para todo el equipo de producción y yo creo que fue el único momento que creo que quedé destruida. Quede en una situación de mucha vulnerabilidad y de mucha tristeza y de mucha desolación.»
Es difícil de abordar este tema sin generar morbo. La directora lo hace con respeto, sin amarillismo, pero de manera frontal. El suicido en las comunidades indígenas es innegable y una forma de combatirlo es a través de reforzar el sentido de pertenencia y de identidad.
«Yo pedí desde un inicio que las chicas y los chicos se expresaran en tzotzil, porque sentí que podría ser la forma en que mejor podían expresa sus sentimientos y emociones. En ese momento renuncié a la posibilidad de entender mucho de lo que estaba pasando.»
Kuxlejal deja en el aire un sinfín de preguntas que abren el dialogo y generan en el espectador empatía por una problemática que le podría parecer lejana.