¿De quiénes son los rostros de las mujeres que podemos apreciar en estas esculturas? ¿Cuál es su historia?
Ciudad de México (N22/José Meléndez).- Es a mediados del siglo XIX, que por primera vez surge la iniciativa de construir un monumento para conmemorar la independencia de México. Sin embargo, el proyecto quedó a medio construir por la destitución del presidente Antonio López de Santa Anna. Dicho monumento estaría en el centro de la Plaza de la Constitución (que llevaba ese nombre por la Constitución de Cádiz) en donde se empezaron las obras. Lo único que se alcanzó realizar fue el basamento o zócalo de la columna del monumento. Esta base o zócalo quedó por muchos años al centro de la plaza mayor y es por ese motivo que la gente empezó a identificar a este lugar como el Zócalo que, por cierto, se ha pasado ese nombre a plazas de otros lugares de la República. Años más tarde ya estando Porfirio Díaz en el poder, se empiezan a organizar los festejos del centenario del inicio de la independencia y es cuando se decide que haya un monumento que conmemore este acontecimiento. Es el 2 de enero de 1902 que el presidente Porfirio Díaz coloca la primera piedra de lo que será el monumento a la Independencia que estará ubicado en el Paseo de la Reforma.
Su arquitecto será Antonio Rivas Mercado, quien era uno de los arquitectos más importantes para el régimen porfirista y quien cumplía justamente con ese perfil que se le quería dar al monumento y que iba a tener una caracterización muy peculiar, ya que contaría con una clara influencia francesa e italiana. La obra queda a cargo del ingeniero Roberto Gayol y las figuras de los padres de la patria corren a cargo del escultor italiano Enrique Alciati. La construcción de monumento tuvo sus bemoles, ya que se detecta una falla de en la cimentación de monumento que hará que se demore su construcción y es hasta el año de 1906 que de manera definitiva iniciará su construcción.
El monumento y la escultura de la Victoria Alada que lo corona porta un laurel para los héroes, así como una cadena rota que simboliza la libertad. Pero ¿de quién es el rostro que podemos apreciar en la Victoria Alada o Ángel de la independencia como se le conoce popularmente? El rostro y las piernas del “Ángel” pertenecen a quien en vida llevara el nombre de Ernesta Robles Pozo, una mujer de apenas 17 años de edad. Ernesta solamente presta su rostro y las piernas, para que sean esculpidas, el resto es imaginación del escultor porque en la época era muy mal visto que una mujer posara desnuda. Murió algunos años después de haber posado por problemas con el alcohol y en la pobreza.
Otra de las estatuas que coronan al Paseo de la Reforma es la que conocemos como la Diana Cazadora. Ésta es una fuente que esta coronada por la popular escultura que representa a la Flechadora de la Estrella de Norte. Esta fuente la manda hacer en el año de 1942 el presidente Manuel Ávila Camacho. El autor de la obra es el escultor Fernando Olaguílbe y la fuente la va a realizar el arquitecto Mendiola. La mujer que prestó su figura se llamó Helvia Martínez Verdayes quien posa a la edad de 14 años para el escultor. Al momento de su inauguración la sociedad conservadora hace serias críticas que producen un escándalo porque la Flechadora o Diana Cazadora esta desnuda en pleno Paseo de la Reforma. En ese tiempo existía la “Liga de la Decencia” que presidía la esposa del presidente Ávila Camacho, doña Ana Soledad Orozco García de Ávila Camacho quien se va a quejar amargamente de esa escultura y va a pedir que sea censurada.
El escultor se ve obligado a ponerle una pantaleta a la estatua para cubrir la desnudez de la Diana Cazadora. Hay un testimonio, que es la película Los caifanes, producida en el año de 1967, en donde salen Óscar Chávez y Ernesto Gómez Cruz “vistiendo”, con algunas ropas que se roban en un tendedero, a la Diana Cazadora, parecería como una mofa a todos esos sectores conservadores; prácticamente va a ser lo último que suceda con la Diana. Al año siguiente, en 1968 se va a retirar del Paseo de la Reforma y la colocan cerca de donde estaba el cine Chapultepec durante muchos años. Es hasta inicios de la década de 1990 que regresa al sitio en el que se encontraba y donde la vemos actualmente. No es la misma Diana, sino una segunda escultura para que no aparezcan los puntos en donde le colocaron la pantaleta, ésta primera es enviada a Ixmiquilpan al lugar del nacimiento del escultor; y una tercera Diana original va a estar en Ixtapan de la Sal. Los momentos en los que culturalmente vive México determinan la forma en que estas dos mujeres: la Victoria Alada y la Diana Cazadora, son plasmadas.
