- El autor de «Diablo Guardián» aseguró en conferencia que en la novela hay algo de cobardía, pues el narrador nunca debe morir
Por Karen Rivera
Distrito Federal, 22/02/13, (N22).-
“La mejor noticia para un texto es cuando llega el peligro, una historia sin peligro cualquier notario la escribe”, aseguró Xavier Velasco en el ciclo “Creación y Peligro”, como parte de los jueves literarios, en Casa Refugio Citaltépelt.
El autor de Diablo guardián en compañía de Philippe Ólle-Laprune, director de Casa Refugio, platicó con el público sobre su experiencia como novelista. Consideró que lo más terrible de una novela es llenar 300 páginas sin peligro.
“Visité cárceles durante seis meses, los presos me contaron historias de asesinatos, pero eso no me servía. Lo que sí me servía era mirarlos a los ojos y descubrir hasta qué punto terminaba el arrepentimiento y comenzaba el orgullo. Todos tenían un límite, uno me decía ‘yo he matado personas, pero nunca niños’, y otro, ‘yo he matado niños, pero nunca me los he comido’… los efectos especiales a mí no me cuestan, no necesito de un montón de empresarios para pagarlos.
“Recolecto tanta información como puedo y me meto en los problemas que me es posible entrar, pero también tengo un límite, el narrador no se puede morir. Finalmente mi trabajo es de cobardes, hay que sobrevivir en la narración, no importa a quién delataste o qué tuviste que hacer,” agregó el también ganador del Premio Alfaguara.
De acuerdo con el escritor, el trabajo de un novelista se parece al amor: cuando te enamoras de una persona no cuesta trabajo recopilar información sobre ella y diseñar estrategias para conocerla, lo mismo pasa cuando te enamoras de una historia. Los personajes de la novela recolectan actitudes, palabras, ambiciones y sueños de otros personajes que existen en la realidad, “eso hace que cuentes una mentira completamente llena de verdad”, agregó.
El novelista, que no acostumbra hacer anotaciones, considera que es mejor almacenar la información en la memoria. De acuerdo con él, lo que no se queda en la memoria y no tiene la fuerza para regresar y convertirse en obsesión es basura.
Velasco se considera un lector utilitario, los textos que lee los toma como un estímulo positivo, “yo veo por ejemplo a Dostoievski y Balzac como mis abuelos ricos, voy a su casa directamente a robar. Me gustaría decir que soy un lector desinteresado, pero leo por esa misma compulsión de conocer más información y escribo, porque tengo una historia que necesito salvar. Lo que escribo es para probarme a mí mismo. Podré tener a la mujer más hermosa del mundo, pero si la novela no sale, no sirvo”, finalizó el autor.
El ciclo “Creación y peligro” continuará su marcha con la participación de escritores en Casa Refugio Citaltépelt. El próximo jueves David Miklos, autor de La gente extraña, ofrecerá una conferencia.
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