¿Te gustaría conocer cuáles son las primeras imágenes registradas de la Ciudad de México?
Ciudad de México (N22/José Meléndez).- Es en el año de 1840 en el que, por primera vez, queda plasmada una imagen de la Ciudad de México. Tan asombroso registro fue hecho por el fotógrafo francés Jean Prelier, que había desembarcado hacía unas semanas en Veracruz en donde, por cierto, también fue el autor del primer registro fotográfico hecho en nuestro país al retratar ese puerto el 3 de diciembre de 1839.
Fue en la mañana del 29 de enero de 1840 que Prelier se ubicó junto con su daguerrotipo en la Plaza de Armas de la Ciudad de México. El daguerrotipo fue la primera fotografía producida y es inventada en Francia por Louis-Jaques-Mandé Daguerre en 1839. El daguerrotipo es una imagen plasmada en una placa de plata pulida y sólo se produjeron durante veinte años antes de que el proceso fuera reemplazado por ambrotipos, tintipos y negativos de colodión.
La fragilidad de la imagen y el corto tiempo histórico en que se usó, hacen del daguerrotipo un registro valioso a la vez que precioso. Prelier abrió su establecimiento en la calle más exclusiva de la ciudad de México de la época: Plateros número 9, hoy Corredor Madero. Es en esa dirección que nació la fotografía en México. El fotógrafo francés capturó ese día dos imágenes de la Catedral Metropolitana en lo que parece fue un día soleado. Bien pudo hacer el registro al mediodía, ya que no se aprecian sombras en las imágenes.
Prelier también retrató la portada barroca del Sagrario Metropolitano en donde se pueden apreciar el paso de algunas personas. En este mismo sitio, tomo registro de famoso “Calendario Azteca” o Piedra del Sol que estaba empotrada en la torre poniente de la Catedral Metropolitana. Más tarde, retrató la Escuela de Ingeniería y Minas, lo que hoy conocemos como el Palacio de Minería perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México.
En este mismo recorrido por algunas de las calles de la Ciudad de México tomó una imagen de la Casa del Marques del Apartado Convento y Colegio de la enseñanza ubicado entre los actuales nombres de las calles de Donceles y Argentina.
Por último, y no menos importante, Prelier registró por primera vez la imagen de la estatua ecuestre de Carlos IV que en ese momento se encontraba en el patio de la Real y Pontificia Universidad de México, conocida popularmente como “El Caballito”.
Jean Prelier muere en 1857, pero las siete placas que nos legó, dejan ver una ciudad de México que pareciera, a primera vista, que no ha cambiado mucho, pero son lugares y espacios que, para nuestra suerte, se han conservado como parte de nuestro legado nacional que nos dejan una Memoria sin Tiempo.