El artista contemporáneo residente en Beirut, se alía con las partículas de sonido para atravesar los muros físicos y los de la memoria en la obra Muros desmontados
Ciudad de México (N22/Redacción).- En la página del Museo Universitario Arte Contemporáneo se lee:
«Abu Hamdan ahonda en ese conocimiento para el que no tenemos un argot preciso, cosecha la profunda y compleja riqueza informativa del ruido. Lo hace mediante dos frentes paralelos: desde el arte y desde su carrera como private ear [oreja privada], una especie de investigador privado sonoro que trabaja en ámbitos legales internacionales y que colabora con organizaciones defensoras de derechos humanos, como Forensic Architecture [Arquitectura Forense], Defence for Children International [Defensa de los Niños Internacional] y Amnistía Internacional. En 2012, con Conflicted Phonemes, por ejemplo, demostró que las variaciones de acento de quienes solicitan asilo no bastan para determinar dónde nacieron y negarles, en consecuencia, la posibilidad de vivir en Holanda. Cuatro años después, su análisis acústico lo llevó a concluir que un grupo de soldados israelíes no disparó balas de goma contra dos adolescentes palestinos —como alegaron— sino balas reales.
En Walled Unwalled [Muros desmontados], Abu Hamdan hace una conferencia performativa que recorre una serie de casos legales e históricos —cuyo debate central giró alrededor de evidencia escuchada a través de paredes— para llegar a un diagnóstico sobre el uso político y social de toda clase de muros. La disertación se interesa por la multiplicación de los muros fronterizos y por la permeabilidad de las paredes de casas, pirámides, cárceles y hasta la atmósfera del planeta. Mientras los Estados construyen bardas fronterizas para excluir migrantes, sus policías y ejércitos espían lo que ocurre detrás de las paredes, violando la privacidad de las personas.»
En relación con la actividad de Forensic Arquitecture, Eyal Weizman, su fundador, publicó un libro que lleva por nombre A través de los muros, publicado en español por el sello Errata Naturae, en donde da cuenta de la «geometría inversa», la estrategia del Ejército Israelí utilizada durante los ataques a ciudades palestinas, donde en lugar de progresar por las calles de los distintos barrios, los soldados avanzan atravesando de casa en casa, a través de los muros.
En el contexto de la obra que muestra Hamdan en el MUAC, nos presenta el concepto de la muografía: una técnica que genera imágenes de lo que se encuentra detrás de los muros sin alterarlos físicamente. Los muones son partículas elementales y cósmicas altamente penetrantes que constantemente bañan nuestro planeta; pueden cosecharse para realizar estudios arqueológicos y de vulcanología porque traspasan rocas, cemento, plomo. El otro lado de la moneda es que abren la puerta al mejor sistema de vigilancia que ha existido. Abu Hamdan también es un muógrafo en cierto sentido, aunque él se alía con las partículas de sonido para atravesar los muros físicos y los de la memoria. En 2016 formó parte del equipo que entrevistó a seis prisioneros sobrevivientes de Saydnaya, una de las prisiones militares más violentas de Siria, que opera como campo de tortura y exterminio. Sus testimonios mostraron con claridad cómo la arquitectura y el sonido se utilizaron como dispositivos de tortura.
Aquí puedes revisar ése proyecto que muestra los horrores de la tortura y de la arquitectura usada como una herramienta para ésta. Es una investigación también de Forensic Architecture: https://forensic-architecture.org/investigation/saydnaya
Aquí puedes acceder a la Sala 10 del MUAC: https://muac.unam.mx/exposicion/sala10-lawrence-abu-hamdan