La psicóloga Erika Villavicencio nos habla sobre cuáles son los beneficios de esta práctica conocida como nesting o anidamiento, en estos días de aislamiento
Ciudad de México (N22/Karen Rivera).- Convertir tu casa en algo seguro cuando el exterior se vuelve terrible es una de las características que se le pueden atribuir al nesting o anidamiento. En realidad, el término se refiere a realizar cualquier actividad que implique quedarse en el hogar los fines de semana y expresa que todo lo que deseas se encuentra al alcance de tu sofá sin necesidad de salir de él. Pero ¿cuáles son los beneficios de esta práctica?
«Los millennials que es esta generación que ha venido a implementar algunas cuestiones o retomar las buenas costumbres que se habían perdido, incluyen en este panorama de comportamientos el plan casero porque les ha producido grandes beneficios en reducir el agotamiento, en reducir el estrés, en disfrutar a las personas con las que convive, ya sea la familia, los amigos», dice Erika Villavicencio, coordinadora de Psicología Organizacional de la UNAM.
«Entre ellas puede ser realizar actividades de recreación como jardinería, aprender o hacer algún tipo de platillos nuevos en casa, invitar inclusive a los amigos; el plan casero no necesariamente implica estar solo. Sin lugar a dudas el plan casero puede resultar más accesible, menos costoso para realizar cosas que sí me gustan para tener este impacto positivo en mi salud mental, en mi cansancio físico, pero con un costo muy accesible.»
Cuando se realizan las actividades que generan placer se activa un santuario interno de regiones en el cerebro y se produce una substancia llamada L-3,4-dihidroxifenilalanina, difícil de pronunciar ¿no creen? La recordarán porque es una combinación de dopamina con adrenalina, y cualquiera que sea la razón que causa placer, el cuerpo lo recibirá en tres fases: deseo, que se refiere al anhelo; gusto que es el disfrute de la acción y saciedad, periodo de satisfacción.
«Para que el nesting tenga los beneficios que estamos comentando debe considerarse el hogar un refugio, y un refugio de paz, de tranquilidad, de bienestar porque si no el efecto se vuelve contrario, puede ser muy negativo el estar aislado, el estar tanto tiempo con estímulos que me producen malestar, ya sea que estoy viendo un lugar que no me es agradable, que puede ser muy oscuro. […] Es muy recomendable que diseñemos nuestro lugar con las características que a simple vista nos agradan, si nos gustan las plantas incluir unas plantas, con características que se adapten a los espacios, a la temperatura y a los cuidados que me requiere. La meta al querer implementar es primero establecer estos elementos para que en conjunto yo desee estar el mayor tiempo posible.»