El viaje por la historia al que nos invita el cine: «Longitud de guerra»

Un episodio del siglo XIX en el que queda enmarcada la política autoritaria y de control férreo que distinguió al régimen de Porfirio Díaz, fue retratado en la novela de Heriberto Frías que fue llevada al cine por Gonzalo Martínez

Ciudad de México (N22/José Meléndez).- Tomóchic es considerada como una de las novelas históricas de mayor importancia de la literatura mexicana de finales del siglo XIX y principios del XX. Originalmente fue publicada en veinticuatro entregas en el periódico capitalino El Demócrata, a principios de 1893, tan solo unos meses después de los hechos narrados en sus páginas. 

El texto narra la terrible represión que sufrió el poblado de Tomóchic acontecido en el mes de octubre de 1892, en el distrito de Guerrero, Chihuahua, ubicado en la Sierra Tarahumara. El escrito demuestra de manera fehaciente la política autoritaria y de control férreo que distinguió al régimen de Porfirio Díaz.

La narración de estos acontecimientos ayudó a mantener la memoria de éste. Varias son las situaciones que ocasionaron la politización del texto. Primero, el título: Tomóchic Episodios de campaña, narración escrita por un testigo presencial. Después, el hecho mismo de que haya sido publicado, algo no común en diferentes textos de finales del siglo XIX, contemporáneos a éste. 

Es a raíz de la publicación de estos textos que el teniente Heriberto Frías es enjuiciado en Chihuahua por un tribunal militar al ser el presunto autor de tal relación. Frías no sólo fue testigo sino que formó parte de la campaña militar en contra de la población de Tomóchic. Sin embargo, un amigo cercano de nombre Joaquín Clausell —quien era el propietario del periódico El Demócrata— dijo ser autor de Tomóchic.

¡Tomóchic! Episodios de la campaña de Chihuahua: 1892, en su primera edición, circuló en la Ciudad de México en 1894 procedente de la imprenta de Jesús T. Recio en Rio Grande City, Texas. Al igual que en El Demócrata, el nombre del autor no apareció en el libro. Varias correcciones y aumentos distinguieron esta versión de la que apareció en el periódico.

Muchos años después, en 1975, el director, guionista y productor cinematográfico Gonzalo Martínez produce la película Longitud de guerra, cinta basada en este texto de Frías. Esta adaptación cinematográfica se sitúa en el año de 1886, durante el segundo periodo presidencial de Porfirio Díaz. Es el estado de Chihuahua el escenario en donde vive la tribu de los tomochitecos, la cual lidera Cruz Chávez, líder de la comunidad y luchador de la libertad de pensamiento de la comunidad, quienes quieren practicar sus propios ritos religiosos y es por este motivo que desconocen la autoridad de la iglesia y del poder central del gobierno. La rebeldía de los habitantes de Tomóchic en contra de las autoridades civiles y eclesiásticas es reprimida después de un tiroteo entre los habitantes de la comunidad y la tropa del capitán Corral, quien es a su vez cuñado de Chávez. La manipulación de la información por parte de las autoridades civiles, militares y religiosas contra los pobladores de Tomóchic provoca la represión de la población hasta casi exterminarlos. 

Esta cinta fue nominada a los premios Ariel como Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Argumento Original y Mejor Edición en 1977 y fue protagonizada por Bruno Rey, Pedro Armendáriz Jr, Narciso Busquets, Aarón Hernán, Lina Montes, Ángel de la Peña, César Sobrevals, Jorge Russek, Rodrigo Puebla, Fernando Balzaretti, Roberto Cañedo.

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Heriberto Frías nació en Querétaro en 1870, desde muy joven mostró su vocación literaria, sin embargo, primero optó por la carrera de las armas obteniendo el grado de teniente por su participación en la campaña de Tomóchic en octubre de 1892. Es así que surge la relación novelada de Tomóchic en 1893, escrita en colaboración con Joaquín Clausell. Una vez que se dio de baja en las filas del ejército, Frías se abocó al periodismo, la bohemia literaria y la política. Como muchos de sus contemporáneos, su actividad literaria lo llevó a la cárcel de Belem. De esta experiencia escribió la novela, El último duelo. Un crimen social de la época del presidente Manuel González. Más adelante compiló sus colaboraciones para El Imparcial con el título de Leyendas históricas mexicanas (1899) y después Episodios militares mexicanos (1901). De carácter autobiográfico son las novelas El amor de las sirenas (1908) y ¿Águila o Sol? Novela histórica mexicana (1923).  Muere el 12 de noviembre de 1925 en la Ciudad de México.