- «Desde 1917, Reyes nos está diciendo: ‘Hay medios de comunicación que nos están bombardeando con cantidad en lugar de calidad, vamos a procurar de darle la vuelta a este sistema». Un informante en el olvido: Alfonso Reyes. Nueva publicación de Conaculta
Alfonso Reyes es, como Gilbert Keith Chesterton se refería a los libros clásicos, aquél que todos conocen pero pocos leen. Y es que la actividad prolífica del escritor regiomontano, una de las mentes más lúcidas del siglo XX en Hispanoamérica, parece que aturde y en cierta medida, debido al respeto, también aleja. Por ello Marcos Daniel Aguilar decidió acercarse más al joven Alfonso que a Don Reyes, para estudiar la obra periodística del escritor, y descubrió a un joven precoz que ya analizaba la historia del periodismo, y denunciaba esa tendencia por valorar más la cantidad que la calidad, algo que décadas después, especialistas como Ryszard Kapuścińki también diría. El resultado es el libro Un informante en el olvido: Alfonso Reyes, editado en la Colección de Periodismo Cultural del Conaculta.
MDA: Es el primer ensayo largo que publico, donde analizo la labor periodística de Alfonso Reyes, el trabajo que hizo desde que estaba en México cuando comenzó su formación literaria en 1905, pero también de cuando él tiene que salir a Europa después de la muerte de su padre. He revisado sus artículos de opinión, sus notas informativas, hay que saber que él trabajó como reportero, como fotoperiodista para poder sobrevivir en ese auto exilio que se impuso después de los hechos violentos de la Revolución mexicana. Es dar a conocer una faceta y sobre todo una labor poco conocida de éste, considerado literato y maestro del ensayo mexicano.
HR: Europa fue una coyuntura económica, personal y formativa para Alfonso Reyes. Allá se enfrentó a la memoria de su familia y su país a través de la pluma.
MDA: Sí, hay que recordar que cuando él llega a Francia tenía un cargo diplomático, pero al asumir el gobierno, Venustiano Carranza cesa a todo el cuerpo diplomático. Alfonso tiene que viajar a Madrid porque Francia es invadida por los alemanes, entonces no tiene trabajo, la única forma que tiene para sobrevivir y ganarse unas monedas es a través de su trabajo en los medios de comunicación, en este caso a través de sus colaboraciones en periódicos y semanarios de la época. ¿Qué temas escribió? Todos. Uno pensaría que solamente abordó temas artísticos, literarios… pero no es cierto. Sus jefes, de la talla de José Ortega y Gasset, Luis Arisquistaín o Manuel Azaña, por ejemplo, le decían: ‘tienes que hacer una entrevista sobre el porqué de la Primera Guerra Mundial, un artículo o ensayo sobre la situación económica en Europa, España y cómo repercute eso en América’. Pero también porque eran temas que a él le interesaban.
HR: Su trabajo en España está casi al borde de la desesperación, en una de su cartas dice que lo único que tuvo para comer en invierno era un costal de papas a las que les salieron raíces. Es cierto, trabaja por la necesidad y la desesperación pero también por curiosidad e interés, incluso como fotorreportero, como se puede leer en tu libro.
MDA: Tenemos textos en donde él empieza ya a analizar qué son los medios de comunicación, de qué sirve tener una prensa libre, cuáles son los intereses económicos que se manejan en los periódicos a través de las agencias informativas y cómo eso contribuye a tener una opinión pública, informada, que ayude a fortalecer repúblicas democráticas.
HR: Periodismo de vanguardia y democracia, ¿cómo es que logras depurar este perfil de Reyes?
MDA: Ver su interés desde que está en la Ciudad de México, cuando todavía pertenece al Ateneo de la Juventud, ahí el joven Alfonso Reyes se interesa por los temas de carácter público, de carácter político, que tienen que ver con esa sensibilidad de transmitir el mensaje sobre lo que está pasando en mi sociedad. Tenemos discursos de un Reyes muy joven hablando sobre la educación en México y cómo se debe transformar esa educación. Tenemos textos en donde habla sobre la importancia de que la gente esté informada de la realidad política de su tiempo. Cuando empiezo a analizar estos artículos periodísticos y estos géneros que aborda en España, podemos darnos cuenta que su preocupación por la vida pública es continua. Ya cuando vemos a un Reyes maduro en 1918, 1919, 1920 lo vemos preguntándose ¿qué es la cultura de la humanidad? Una parte esencial para entender a la humanidad, es la política. ¿Cómo vamos a ejercer la política y para qué sirve la política? Para mejorar la vida de los ciudadanos.
Entonces, Reyes analiza las formas de gobierno, nos dice qué es democracia y por qué nos da libertades y formas de vida más justas. Pero también podemos leer sus reflexiones sobre los regímenes totalitarios, autoritarios; se pregunta qué es una dictadura, analiza el pasado desde la dictadura de Porfirio Díaz, cuándo es bueno y malo para los ciudadanos que, tienen derechos y obligaciones, libertades qué ejercer. Y eso me parece que es muy importante, que los mexicanos reconozcamos que tuvimos a un pensador que se preocupó por las libertades de los ciudadanos de Occidente, en especial de México.
HR: La cultura como parte integral del individuo y de los medios de comunicación. Mucho de lo que escribe Reyes antes de los 20 años son reflexiones que bien podemos revisar en los contextos actuales del periodismo.
MDA: Me interesa mucho el pensamiento del Reyes joven, él dice: ‘Si no conocemos nuestra historia no vamos a tener la fuerza para lanzarnos y entender el porvenir’. Tomando esta idea podemos decir lo siguiente: Vamos a acoger las ideas de Reyes, vamos a tomarlas para interpretar nuestra realidad. Reyes dice: un individuo que no está preocupado por el arte, no tiene sensibilidad, sino tiene una sensibilidad no sabe dónde está parado y por ende, no va a entender cómo cambiar su forma de vida en torno al cuerpo cívico, al cuerpo político.
Primero para entender a la política, hay que estar sensible para entender al arte. Eso es una lección. En términos de los medios de comunicación, desde 1917, Reyes nos está diciendo: ‘Hay medios de comunicación que nos están bombardeando con cantidad en lugar de cantidad, vamos a procurar de darle la vuelta a este sistema. Hoy pasa exactamente lo mismo, se está reproduciendo en internet, estamos dejándonos llevar por la cantidad y no tenemos el criterio para escoger la información de calidad. ¿Cómo podemos aprender de él? Desde su propia vida, como estudiante preocupado por la juventud, una de las claves es la educación. A esta educación, a través de los medios de comunicación, Reyes pugnó por llevarle el conocimiento, sacarlo a las calles, si los jóvenes no pueden ir a las universidades, vamos a llevarles la cultura a través de los periódicos y suplementos para que tengan un criterio y se vuelvan críticos.
HR: El periodismo sería más claro si pudiéramos leer a Reyes en las escuelas.
MDA: Si los universitarios leyeran los seis artículos que Reyes incluye en “Las mesas del plomo”, sería más fácil entender el origen y a función del periodismo.