Las palabras se convierten en una especie de cobijo para la autora en su nuevo libro
Guadalajara (N22/Karen Rivera).- Marcela serrano, quién es autora de libros como Nosotras que nos queremos tanto y Para que no me olvides, y quién en está en la FIL Guadalajara, presenta su más reciente publicación El manto, un libro que más allá de encasillarlo en si es un ensayo o si es una novela reflexiona de manera muy profunda lo que es el luto, el duelo, la muerte, Marcela, ¿cómo debemos leer este libro sobre la muerte precisamente?
«Yo creo que debería leerse como un registro de la etapa del duelo, que fue exactamente lo que hice a raíz del duelo, me encerré durante un tiempo determinado, empecé a tomar notas no pensando en una publicación posterior, sino que porque escribir me es muy nato, pensaba que si escribía de alguna forma aceptando los momentos, lo iría entendiendo mejor y de esas notas surgió al final el libro, no pretendiendo enseñarle nada a nadie sobre el duelo, pero sí pienso que puede ser un libro que pueda acompañar y hacer quizás comprender un poquito un estado tan, tan extraño como el duelo; y sin embargo, de esa fuerza tan inevitable.»
Es un libro que tiene que ver con la pérdida de un ser querido, de tu hermana y cómo las palabras se convierten en este manto que puede cubrir a aquellos que atraviesan por una situación similar.
«A raíz de que a Nicanor Parra, su funeral Santiago de Chile, en vez de cubrirlo con una bandera, como se cubre siempre a los hombres ilustres, lo cubrieron con un manto que había hecho su madre hacía miles de años con retazos de tela, ella trabajaba, era costurera, entonces ella fue pescando retazos y le hizo este manto a su hijo y a Nicanor lo enterraron con eso. Cuando yo vi esa escena, mi hermana se había recién muerto y yo pensé: yo quisiera un manto para ella y comprendí que las palabras, que era lo único con lo que yo trabajo y que son tan redentoras, sé que las palabras iban a poder cubrir, iban a ser su manto.
En tu literatura las mujeres siempre han estado presentes y en algún momento lo has dicho, lo has comentado constantemente, todas las mujeres tenemos la misma historia que contar, pero ¿cuál es esta historia que nos envuelve a las mujeres del siglo XXI?
Hoy día nuestra historia empieza a ser muy activa, fantástica, y estoy tan esperanzada. Es el siglo de la mujer. Yo creo que las gringas nos ayudaron harto con el #MeToo y todo lo que pasó allí. Estamos cambiando por completo la cultura y lo estamos haciendo con enorme fuerza, en ese sentido estoy muy optimista de cómo hemos ido avanzando en poco tiempo con una enorme rapidez.
Me gustaría saber tu opinión al respecto de este himno que iniciaron las tesistas en Chile, himno que toma también una parte del himno de los carabineros, que son los encargados de la seguridad en este país y que al final son también los principales agresores en estas marchas.
Es que han violado a una enorme cantidad de mujeres, o sea las toman y se las llevan a la comisaría y las violan, las desnudan. He visto imágenes de cómo le sacan la ropa y votadas en el suelo, es una cosa escandalosa. Aparece este grupo de chiquillas maravillosa creativas divertidas, inauguraron el performances en el Museo de Bellas Artes, que está exactamente en la esquina de mi casa, yo las vi y comprendí que habían sintetizado algo muy poderoso porque empezó a cundir y a cundir, está en todas las ciudades del mundo en tres días. Y la prensa casi no las cubre.