Para el cineasta mexicano la ciudad es su musa y su verdugo, es su nutriente y pan de cada día; ya prepara un nuevo proyecto que llevará por título El diablo entre las piernas
Ciudad de México (N22/Julio López).- Hablar de Arturo Ripstein es hablar de un cineasta que gusta de los planos largos, que tiene una fascinación por los espejos y que se siente cómodo filmando en atmósferas claustrofóbicas. Un cineasta que debutó a los 21 años, el primer director latinoamericano que incursionó en el cine digital y el segundo cineasta en recibir el Premio Nacional de las Artes, antes le fue concedido a Luis Buñuel. Ahora la Cineteca Nacional celebra su filmografía con una retrospectiva que reúne catorce de sus películas
“La realidad mexicana la tocan otros yo voy por lo que la realidad le hace a mi imaginación, por la irrealidad mexicana de alguna manera, pero muy arraigada dentro de lo que ha sido mi entorno. Yo soy de acá no he estado fuera nunca, he hecho todo aquí, me he nutrido aquí, me gusta esta ciudad, la detesto, es la que más quiero y la que más odio; ha sido mi nutriente y mi pan cada día”, dice Ripstein en entrevista.
Desde hace unos años la Cineteca Nacional acoge el acervo del director y se ha dado a la tarea de remasterizar sus películas, incluidos cuatro cortometrajes que el director daba por perdidos.
Para Ripstein, “es un gusto y un susto el saber que de pronto lo que uno haya cometido lo sobrevive, es más o menos escalofriante. Pero como a uno lo quieren mucho una vez que uno se muere, estoy esperando ese momento para que mi cine sea notable.” El lugar sin límites es una de ellas, pero también se encuentra, El evangelio de las maravillas, La mujer del puerto, Profundo carmesí y Principio y fin.
Hace un par de años, Arturo Ripstein celebró medio siglo como cineasta. Lejos de pensar en el retiro, ya prepara su siguiente proyecto que llevará por título El diablo entre las piernas. La retrospectiva inició desde el 11 de enero y concluirá el 24 del mismo mes.
Imagen: El Informador