Contra un Dios sordo y homofóbicio

Más allá del dolor es el nuevo poemario de Federico Corral Vallejo, un libro que es «un refugio para la sociedad lésbico-gay, pues encierra muchas de las experiencias de la homosexualidad»
Por Alondra Valverde 

Distrito Federal, 28/03/14, (N22).- 
“Renovarse  o 
morir”, se  dice  de 
manera coloquial,  y  el  poeta
Federico Corral Vallejo, crítico,
editor, poeta y ensayista mexicano, toma en serio esta sugerencia en su
publicación titulada De plumas y huesos, donde sale “del clóset”
enredado en metáforas, oxímoron, sinonimias, entre muchas más figuras
retóricas donde el “homoerotismo” se encuentra presente verso a verso.
Si bien Corral
Vallejo lleva ya más de 20 años como escritor, ésta, su última obra, es un
parte aguas en su trayectoria como poeta. Después del desahogo de su vida y los
traumas familiares en Más allá del dolor (2010) y de un constante
pestañeo con la bisexualidad en el resto de sus obras, ésta es la que le
permite mostrarse con madurez.
“La escritura es
demoniaca, y como los ángeles no tiene sexo”
Todos los poemas son de una estrofa, con
metáforas en las que se encierran sentencias aladas, donde sus ángeles, ya sean
alados o no, se muestran como un pecado delicioso, lleno de placer y tentación en
cada una de las ocho estaciones que conforman el libro. En él, nos muestra las
caras de la homosexualidad: y reclama a un “dios homofóbico”, recuerda que los
ángeles también se enferman, sufren y mueren pues “el virus no respeta
plumajes”. Baco, Morfeo y Adonis se con-vierten en protagonistas de la orgía
poética donde todos son parte de ese mundo asexual que goza del sabor de la
carne.
Ángeles
amputados
Aunque el libro está lleno de verdaderas
construcciones poéticas nunca falta una mosca en la sopa, y en este caso sólo
haré mención de uno de los poemas que me pareció que arrebata del paladar una
buena lectura:
Hay un hombe angeldiablo
que disfruta los poemas de laaarrrggoaliento
como
el pene
de
sus amantes.
Resulta laaarrrggo el desencanto al
encontrarse con un poema de retórica tan sencilla cuya imagen es la misma que
se utiliza en un partido de futbol cuando se anota un ¡goooool!
Y como el mismo Federico diría a sus
contemporáneos, que éste es “un poema que no debió conocer la luz”. A menos,
claro, que ese Ángel haya pagado con una imagen tan directa como la de éste y
otros poemas desafortunados (que no son muchos) pero restan en sobremanera a
los logros del libro. Y si es verdad que cada libro es como un hijo, éste sin
duda sería de los que tienen buenas intenciones, pero se queda a un paso de ser
tinta entera.
Conteo
de plumas
Fuera de estos detalles, el libro es
refugio para la sociedad lésbico-gay, pues encierra muchas de las experiencias
de la homosexualidad como el desfile de la marcha gay. Y resulta confortable
escuchar el testimonio poético de uno de los tuyos.

14MAG 

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