«Ambigú», una propuesta contemporánea para celebrar a la danza

Por
Montserrat Brugada

Distrito Federal, 24/04/14, (N22).– El
día de ayer, 23 de abril dio inicio la Semana de la Danza por parte de la
Secretaria de Cultura del Distrito Federal con la presentación de Ambigú con la dirección del coreógrafo y bailarín
estadounidense Duane Cochran en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”.

Ambigú cuya definición es:
bocadillos que se sirven por lo general en la noche, también es el título de esta
coreografía en platos calientes y fríos. Propone una puesta en escena la cual
tiene como eje temático la cocina, debido a que pasan muchas cosas en este
lugar, es un espacio que a simple vista parece común pero que en realidad envuelve
la esencia de lo familiar: la reunión e intercambio de ideas y formas de
percibir la vida. Además de que en México la cocina es mágica, donde no sólo se
mezclan los ingredientes, sino emociones, olores, colores y sabores.

Es
interpretada por cinco bailarines, Georgina Almeida, Laura Trejo, Hilda Valencia,
Rodolfo Aguilera y Jonathan Villeda, quienes se dejan llevar por una serie de
emociones y situaciones que permiten al espectador tener una gran variedad de
posibilidades de lectura e interpretación de la obra.

La
primera escena consiste en que llega la luz al escenario y aparece un anafre
humeando, una forma de empezar un rito ancestral mexicano para elaborar la
comida. Después sale una señora grande, a paso lento que lleva jalando una olla
y una silla, de fondo se escuchan sus palabras diciendo “Soy una mujer que
sueña mientras la atropella el hombre, soy una mujer que siempre vuelve a ser
atropellada… Soy mujer que gira porque soy mujer de molino, soy mujer de un
lugar encantado, sagrado por que soy mujer aerolito”.  Y de ahí, la obra se desarrolla por
diferentes situaciones.

Cuchillos,
cabezas de cerdo y una mesa son objetos recurrentes en viñetas dibujadas con el
cuerpo, escenas y situaciones que se unen en la danza y la teatralidad van desde
una fiesta, un rastro, rupturas sentimentales, hasta personas que simplemente
llegan a un restaurante elegante y no saben el caos que sucede dentro de la
cocina.

Otra
de las escenas transcurre en la cocina de una fiesta, donde una pareja baila dentro
de dicho espacio, mientras la fiesta continúa en el exterior. La joven en su
desesperación de abandono por parte del hombre que le gusta, se suicida y a su
vez imágenes de un rastro aparecen en el fondo simulando la misma muerte de la
vaca con la de ella.

Otra historia es sobre un hombre que terminó una relación
con su pareja. Ellos siempre cocinaban juntos y ahora que ya no viven en la
misma casa, la cocina ya no es igual que antes.

Chismes,
chistes, recetas, discusiones y llamadas de atención, todo transcurre en la
cocina, un lugar que todos tenemos, en la comida de todos los días, siempre hay
algo que pasa y todos pueden identificarse. Todo esto es representado en una
serie de danzas que siguen un hilo conductor sin olvidar su personalidad
individual.

Originario
de Detroit, Michigan, Duane Cochran es miembro del Colegio Coreográfico de
México, de la Sociedad Mexicana de Educación Comparada (SOMEC), y director y
coreógrafo del grupo Aksenti Danza Contemporánea. Paralelamente a su carrera
como bailarín y coreógrafo, también ha realizado una importante actividad en el
mundo de la música.

Sus
obras han sido representadas en Alemania, Canadá, Colombia, Estados Unidos y
Perú por el grupo Nemian, dirigido por Isabel Beteta; y en Costa Rica por
Viraje.

Imagen: Antonio Nava- Secretaría de Cultura