Esquivel, traducir el sonido en imágenes

Juan García Esquivel músico visionario, genio, revolucionario y mexicano, es celebrado por  un grupo de ilustradores en el libro Esquivel 18 de La Duplicadora

 

Ciudad de México (N22/Perla Velázquez).-  La característica principal de Esquivel es que es mexicano y que lamentablemente no se le ha dado el lugar en México que merece, eso es lo que identifica al creador de la música lounge según palabras de Emmanuel García, quien recientemente, junto con Vanessa López, editó el texto Esquivel 18, que aparece bajo el sello independiente La Duplicadora.

El libro es tamaño pasaporte. Lo cubre un póster, que al desdoblarlo uno se encuentra con la primera ilustración. Adentro hay 21 ilustradores reunidos con un solo objetivo: traducir la música de Juan García Esquivel en imágenes. Los 500 ejemplares fueron impresos en una duplicadora digital llamada Risograph, máquina que le da nombre a la editorial que está por cumplir dos años.

“Al principio se me había ocurrido hacer un pequeño fanzine”, explica Emmanuel García, quien había contemplado imprimir no más de 18 páginas, en donde recuperaría imágenes de Esquivel en conciertos, las portadas de sus vinilos, “algo muy pequeño, que pudiera regalar entre mis amigos. Básicamente, era rendirle un tributo desde La Duplicadora al compositor”.

Pero el proyecto dio un giro de 360° a causa de las redes sociales: “en algún momento escribí que estaba haciendo el fanzine y Emmanuel Peña me dijo que a él también le gustaba Esquivel, pensamos incluir una ilustración de él en la publicación, porque Jorge Alderete ya nos había hecho un retrato. Y de esta manera fue como la gente se fue sumando al proyecto”.

Esquivel 18, ahora lo dice Emmanuel, reúne la participación, colaboración y el entusiasmo de mucha gente a la que le gusta Juan García Esquivel. “Muchos fans salieron del clóset”, ha afirmado y es que el resultado pasó de 18 páginas a 108, en donde ilustradores como Jimena Estíbaliz, Pamela Medina, Gerardo Yépez, Bruno Valasse conviven con los diseños del Cha!, Alejandro Magallanes, Quique Rangel y Andrés Mario Ramírez Cuevas.

“Gracias a la unión de voluntades es que se logró. Porque también viene una serie de seis fotografías inéditas, hechas por fotógrafos que en aquellos años cubrían la vida nocturna en México. Son fotos de un concierto en El Patio y de un programa de televisión que musicalizó. De esta manera el libro lo hacemos más redondo.”

Al final del libro vienen tres textos. Jesús Pacheco indagó en varias publicaciones para saber más sobre la vida del compositor, en su escrito afirma que el autor de “Mucha muchacha” ganó la lotería dos veces, ¿en qué se gastó el dinero?, allí cuenta qué pasó en ambos casos.

“Paco López hizo una especie de imagen-texto, que son las instrucciones para escuchar una canción. El tercer texto es de Mauricio Esparza “Micro”, quien además de participar con una ilustración cuenta cómo fue la experiencia de conocerlo en Jojutla, durante los últimos años de vida del músico”.

El futuro de Esquivel

Juan García Esquivel nació en enero de 1918. La mayor parte de su carrera la desarrolló en Estados Unidos, país en el que se sabe que impactó a músicos como Frank Sinatra, por su manera de componer hasta las nuevas formas de grabar e interpretar sus composiciones.

“En la actualidad hay este culto a lo retro, en donde Esquivel embona perfecto, aunque más que adecuarse e incluirse en una moda es un emblema de la música. Sobre todo, debemos de recordar que es mexicano, de esos genios olvidados que nos encanta tener. Ahora vemos que esta moda el lounge, la estética de lo espacial, las gafas de pasta dura han regresado”, cuenta Emmanuel García.

Y es que de las pocas imágenes que se han encontrado del músico muchas de ellas lo retratan igual: vestimenta característica de quien pareciera un ente del futuro que se instaló en la década de 1950 en México. Emmanuel lo recuerda así: un ser que no fue entendido en su tiempo, porque “poca gente en esos años aportó tanto a la música, a la instrumentación y a los arreglos, que hoy suenan más comunes, pero que en aquel momento eran una locura”.

Hacia finales de la década de 1990, Juan García Esquivel volvió a ser centro de atención por películas que sonorizó. La más famosa fue Four rooms, en donde el grupo Combustible Edison, hizo una serie de reinterpretaciones.

“Encuentro eso en Esquivel, que es un músico sin par. Creo que una de las cosas que el libro buscará es que ese legado tan grande no se diluya, porque siempre que hay un revival de algo o de alguien, esa cúspide lleva a un declive o a un olvido. Entonces, el abono que hacemos nosotros a la figura de Esquivel es que lo conozca más gente, sumarnos a ese ruido que hay entorno a su figura”.