- A pesar de que Jean desconoce la obra de Alicia, afirmó que en Journey through love existe un lenguaje más clásico y en la obra de Alicia las influencias de la danza Butoh, a pesar de ser más sencillas ofrecen profundidad en el movimiento
Por Ian Sebelius
Ciudad de México, 28/02/16, (N22).- Tuve la oportunidad de conversar con las dos coreógrafas que participan en la edición XXV de Soliloquios y diálogos bailados en el Centro Cultural Los Talleres, lugar que ha traído la vanguardia en puestas en escena, tanto solistas como dúos, de distintas partes del mundo.
Desde Rosario, Argentina para esta edición se presenta Semilla del aire, de la coreógrafa Alicia Boggián y de San Diego, California Journey through love de Jean Isaacs.
La primer plática fue con Boggián, quien entre ruidos de helicópteros, aviones y camiones, me cuenta sobre las situaciones que pasó para llevar a cabo a la puesta en escena:
«Semilla del aire está inspirada en el poema Tiempo del hombre de Héctor Roberto Chavero Aramburu, mejor conocido como Atahualpa Yupanqui (que en quechua significa «el que viene de lejanas tierras para decir algo»)», explica.
Alicia habla de las partículas cósmicas que aparecen en el poema y acentúa al ser humano como una partícula más, ni más ni menos importante que las demás. Ante esta postura, critica el hecho de que el hombre se haya convertido en el centro del universo y que la ciudad nos haya hecho olvidar que formamos parte de un todo en el que sólo estamos de paso antes de transitar a otras energías.
La obra también se presenta como un reflexión en torno a la forma en que el ser humano vive el tiempo en la actualidad, pero sobre todo en las ciudades en donde la luz del día (artificial) se come a la noche y la madruga, como consecuencia, dice, los pájaros ya no saben cuando dejar de cantar.
Dentro de la puesta en escena la iluminación, que está a cargo de Eduardo Safigueroa, juega un papel crucial al restaurar el ciclo natural de la luz (representado a lo largo de la obra como mañana, tarde y noche), ciclo que nos permite descansar de la oscuridad y también de la luz. La iluminación sirve como recordatorio del movimiento del sol.
Semillas del aire es el resultado de un trabajo en conjunto que lleva más de 20 años investigando y practicando la danza Butoh, así como otros lenguajes contemporáneos, cuya principal primicia es que todos podemos bailar. Así los límites y las pautas va delimitando cada cuerpo a partir de lo que es y los paisajes que traiga dentro.
La vida como un baile en donde todo se mueve y todo baila a través de nosotros.
Esta puesta en escena es resultado del trabajo en conjunto que fue posible gracias al apoyo otorgado por el Fondo Argentino para el Desarrollo Cultural 2015.
Boggián afirma que la gestación de la pieza es el resultado de una búsqueda y no de un fin. Ejemplo de ello, es el trabajo de la coreografía con la música, en este campo Alejandra Valdés y Alexis Perepelycia hicieron respectivamente que la obra fuera tomando su justo camino.
Alicia y Alejandra provienen de lugares de Argentina en donde su infancia estuvo estrechamente relacionada con los cíclos de la naturaleza y más en armonía con la misma, esto fue un elemento fundamental para que Alejandra lugares como Santiago del Estero, Salta o Jujuy se transformaran en movimientos dancísticos.
Por otro lado, para el diálogo bailado se presenta Journey through love de la coreógrafa Jean Isaacs. La pieza está conformada por cuatro danzas que tratan la relación entre Diego Rivera (Trystan Loucardo) y Frida Khalo (Desiree Cuizon-Fejeran).
Jean, cuya carrera se ha desarrollado principalmente en San Diego, California, cuenta que en un principio los personajes de su puesta en escena no tenían nombre, «representaban de manera general el tránsito por una relación entre un hombre y una mujer».
Sin embargo, durante los ensayos finales un amigo llegó con las cartas de Frida a Diego, después de leerlas pensó que se ajustaban al «journey» (viaje) que ella representaba en la coreografía.
La pieza incluye música del violonchelista Yo Yo Ma, que es parte de estas cuatro coreografías, en donde el amor es el personaje principal.
A pesar de que Jean desconoce la obra de Alicia, afirmó que en Journey through love existe un lenguaje más clásico y en la obra de Alicia las influencias de la danza Butoh, a pesar de ser más sencillas ofrecen profundidad en el movimiento.
No obstante las dos piezas se presentan en Los Talleres como una oportunidad para conocer más sobre la danza contemporánea e incluso se muestran para hacernos notar que todos podemos bailar.
La XXV edición de Soliloquios y diálogos bailados se presentó este sábado a las 19:00 horas. Mañana 28 de febrero ofrecerán otra función a las 18:00 horas
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