- Cincuenta poemas recorren la vida de Bertha, evocaciones de un pasado nutrido de vivencias reconstruidas en trazos poéticos, desprenderse de algo tan íntimo, fue difícil.
Por Alejandra Flores
Al centro del paisaje yermo,
a los treinta y dos años, aturdida y vacía, en los hombros de la soledad, lloré
hasta secar la fuente de mis lágrimas. “nunca más”, me dije. Con memoria pero
sin rencores, sin rencor, Bertha se dibujó tres pistas: La felicidad se
construye, tejer es un largo telar a plazos, la vida hiere pero no es muy seria
en sus laberintos. Nunca volvió a llorar. Por sus pasos y por ella misma
descubrió que alegría e intensidad son medallas que se merecen con el tiempo.
a los treinta y dos años, aturdida y vacía, en los hombros de la soledad, lloré
hasta secar la fuente de mis lágrimas. “nunca más”, me dije. Con memoria pero
sin rencores, sin rencor, Bertha se dibujó tres pistas: La felicidad se
construye, tejer es un largo telar a plazos, la vida hiere pero no es muy seria
en sus laberintos. Nunca volvió a llorar. Por sus pasos y por ella misma
descubrió que alegría e intensidad son medallas que se merecen con el tiempo.
Ciudad de México, 07/03/16, (N22).- “El fragmento anterior forma parte del libro Bertha
mira al infinito, que surge a principios de 2011 cuando mi madre cumplía 85
años y le descubren un cáncer. Entonces son los últimos meses de su vida y
estuvimos conversando mucho, fui escribiendo textos y ella los iba viendo y fue
una cosa muy íntima, muy enriquecedora, que resultó en una edición maravillosa
que hicieron ahí en Colima en una editorial nueva, Puerta abierta”, comentó el
poeta Víctor Manuel Cárdenas.
mira al infinito, que surge a principios de 2011 cuando mi madre cumplía 85
años y le descubren un cáncer. Entonces son los últimos meses de su vida y
estuvimos conversando mucho, fui escribiendo textos y ella los iba viendo y fue
una cosa muy íntima, muy enriquecedora, que resultó en una edición maravillosa
que hicieron ahí en Colima en una editorial nueva, Puerta abierta”, comentó el
poeta Víctor Manuel Cárdenas.
Cincuenta
poemas recorren la vida de Bertha, evocaciones de un pasado nutrido de
vivencias reconstruidas en trazos poéticos, desprenderse de algo tan íntimo,
fue difícil.
poemas recorren la vida de Bertha, evocaciones de un pasado nutrido de
vivencias reconstruidas en trazos poéticos, desprenderse de algo tan íntimo,
fue difícil.
“Es
un tipo de poesía ‘de verdad’ o sea de cosas que realmente sucedieron y que son
tangibles, porque no es nada más imaginación, la poesía está en la vida”.
un tipo de poesía ‘de verdad’ o sea de cosas que realmente sucedieron y que son
tangibles, porque no es nada más imaginación, la poesía está en la vida”.
El
historiador que no pensó escribir literatura, mucho menos poesía, que se acercó
al género guiado por Juan Bañuelos, Eraclio Zepeda, Óscar Oliva, reconoce su inclinación por un tipo de poesía
que surge desde lo tangible.
historiador que no pensó escribir literatura, mucho menos poesía, que se acercó
al género guiado por Juan Bañuelos, Eraclio Zepeda, Óscar Oliva, reconoce su inclinación por un tipo de poesía
que surge desde lo tangible.
“Yo
creo que hay una tradición en América Latina conversacional que viene de mucho
tiempo antes, desde las crónicas indígenas y que se ha retomado últimamente con
Mario Benedetti, con Ernesto Cardenal, Gonzalo Rojas retoman el habla cotidiana
y lo llevan al universo de la poesía”.
creo que hay una tradición en América Latina conversacional que viene de mucho
tiempo antes, desde las crónicas indígenas y que se ha retomado últimamente con
Mario Benedetti, con Ernesto Cardenal, Gonzalo Rojas retoman el habla cotidiana
y lo llevan al universo de la poesía”.
Bertha mira el infinito, publicado por Puerta
abierta editores, se presentó este domingo en el Palacio de Bellas Artes.
abierta editores, se presentó este domingo en el Palacio de Bellas Artes.
Imagen:http://bit.ly/1RPf6T8
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