Por
Julio López
Julio López
Ciudad de México, 09/03/16, (N22).- La
directora Dalia R. Reyes se dio a la tarea, casi antropológica, de mostrar la
historia de tres personajes que lo único que tienen en común es haber asistido
a baños de vapor durante muchos años. El resultado fue el documental Baño de vida.
directora Dalia R. Reyes se dio a la tarea, casi antropológica, de mostrar la
historia de tres personajes que lo único que tienen en común es haber asistido
a baños de vapor durante muchos años. El resultado fue el documental Baño de vida.
Se
trata de la historia de Felipe, el encargado del lugar desde 1984, un hombre
carismático que en pocos minutos hace estallar la risa del espectador. También
está José, que lleva décadas visitando los baños, para él este lugar se ha convertido
en una especie de santuario al que religiosamente asiste. Por último está Juana,
una barrendera que lucha por seguir adelante a pesar de las cosas atroces que
le han ocurrido.
trata de la historia de Felipe, el encargado del lugar desde 1984, un hombre
carismático que en pocos minutos hace estallar la risa del espectador. También
está José, que lleva décadas visitando los baños, para él este lugar se ha convertido
en una especie de santuario al que religiosamente asiste. Por último está Juana,
una barrendera que lucha por seguir adelante a pesar de las cosas atroces que
le han ocurrido.
“La
filmación duró 15 días y yo trabajé en los baños como ocho meses, yo me iba a trabajar y regresaba
dos semanas después. Fue un proceso muy largo estar en los baños”, comentó la
directora.
filmación duró 15 días y yo trabajé en los baños como ocho meses, yo me iba a trabajar y regresaba
dos semanas después. Fue un proceso muy largo estar en los baños”, comentó la
directora.
El
trabajo de Reyes fue más allá que sólo retratar a sus personajes sin ropa;
desnudó su esencia. De forma natural cuentan sus historias de vida y sus
secretos más íntimos.
trabajo de Reyes fue más allá que sólo retratar a sus personajes sin ropa;
desnudó su esencia. De forma natural cuentan sus historias de vida y sus
secretos más íntimos.
El
objetivo no fue retratar la inmundicia ni ese tipo de estética que existe en los
baños. “Lo que yo quería retratar fue lo que significaba para los personajes
estar ahí, que era para ellos un lugar pacífico, un espacio de descanso, donde
se desconectaban y eso va crear una atmósfera de tranquilidad y belleza”,
afirmó la cineasta.
objetivo no fue retratar la inmundicia ni ese tipo de estética que existe en los
baños. “Lo que yo quería retratar fue lo que significaba para los personajes
estar ahí, que era para ellos un lugar pacífico, un espacio de descanso, donde
se desconectaban y eso va crear una atmósfera de tranquilidad y belleza”,
afirmó la cineasta.
Tras
conocer el funcionamiento de los baños, el rodaje resultó ser muy específico, “yo
ya sabía que las seis llegaba el diésel, a las ocho que empezaba a subir el agua.
Ya me sabía la rutina”, recordó Reyes.
conocer el funcionamiento de los baños, el rodaje resultó ser muy específico, “yo
ya sabía que las seis llegaba el diésel, a las ocho que empezaba a subir el agua.
Ya me sabía la rutina”, recordó Reyes.
Baño de vida se exhibe en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara y aspira a llevarse el Premio Mezcal, el Premio Maguey y el reconocimiento al Mejor Largometraje Documental.
Imagen: http://bit.ly/1RAxWuJ
AC16