Redacción/CDMX
Los tardígrados o mejor conocidos como “osos de agua”, son unos pequeños seres famosos por ser los más resistentes del reino animal.
Pueden sobrevivir a la radiación, al hambre, a la presión, a temperaturas extremas e incluso se les ha visto aguantar la exposición al espacio exterior.
El secreto de su casi indestructibilidad está muy cerca de descifrarse.
El estudio de dos fósiles de estas creaturas de ocho patas, preservados en ámbar, están dando pistas sobre su capacidad se sobrevivencia.
Originalmente, se hallaron fosilizados en 1940 y pertenecieron al Cretácico, y son de dos especies distintas, sin embargo, debido a su tamaño era complicado su estudio.
Algo que se solventó con las nuevas tecnologías, con imágenes de alta definición provistas por una técnica llamada microscopía de fluorescencia confocal.
De tal forma que se determinó que su mecanismo de supervivencia conocido como criptobiosis, les permite, en situaciones extremas, expulsar agua de sus cuerpos y suspender su metabolismo al mínimo.
Además, producen una proteína que preserva su ADN con lo cual pueden hibernar por años, un estado llamado “tun”.
De acuerdo a la investigación de la Universidad de Harvard, estos “osos de agua” adquirieron esta capacidad entre 175 y 430 millones de años, atrás, dependiendo de la especie.
Aunque es un tiempo notable, se incluye una serie de eventos de extinción masiva, incluida la extinción del Pérmico cuando la Tierra perdió el 96 por ciento de la vida marina y 70 por ciento de la vida terrestre.
(Con información de The Smithsonian)