Redacción/CDMX
¿Tú también crees que los insectos se sienten atraídos a la luz artificial? Pues un nuevo estudio desmiente este mito.
De acuerdo a los investigadores, en lugar de sentirse atraídos por la luz, en realidad las luces artificiales nocturnas pueden alterar los sistemas de navegación innatos de los insectos voladores, haciéndolos revolotear confundidos alrededor de ellas.
Los insectos están acostumbrados a utilizar la luz como señal para saber hacia qué dirección está arriba.
Por ello no vuelan directamente hacia una fuente de luz, sino que en realidad «inclinan la espalda hacia la luz», mencionó el coautor del estudio Sam Fabian, entomólogo del Imperial College de Londres.
Para llegar a estas conclusiones los investigadores realizaron un estudio en donde conectaron pequeños sensores a polillas y libélulas en un laboratorio para filmar videos de vuelo con “captura de movimiento”.
También utilizaron cámaras de alta resolución para filmar insectos girando alrededor de las luces en un sitio en el campo en Costa Rica.
Esto les permitió estudiar en detalle cómo las libélulas dan vueltas interminables alrededor de las fuentes de luz, colocándose de espaldas a los rayos, y documentando que también algunos insectos se voltean y aterrizan en presencia de luces que brillan directamente hacia arriba.
En conclusión lo insectos no sienten atracción sino confusión en el aire, encontrando que el vuelo de los insectos se vio menos perturbado por las luces brillantes que iluminan directamente hacia abajo.
(Con infotmación de AP)