Redacción/CDMX
“Estamos en una nueva realidad climática”, Pere Aragonès, presidente de la Generalitat en Barcelona.
El líder de la región, Pere Aragonés, agregó que “la sequía se superará”, pero no hay vuelta atrás para medidas más drásticas ante una situación climática que apremia.
“Es más probable que haya nuevas sequías y que sean más intensas», sentenció Aragonès.
A partir de este viernes 2 de febrero, unos seis millones de habitantes, deberán limitar el consumo a 200 litros diarios por persona y tendrán prohibido lavar sus vehículos, con excepción de los establecimientos comerciales que empleen reciclaje de agua.
En gimnasios y centros deportivos podrán seguir llenando sus piscinas, siempre y cuando tomen contramedidas, como cerrar las duchas.
Los árboles solo serán regados con aguas residuales para garantizar su supervivencia. También quedan prohibidos los eventos lúdicos que impliquen la utilización de agua apta para el consumo humano, como fiestas de espuma o pistas de hielo.
Lo mismo aplicará para lagos artificiales o fuentes ornamentales.
Se trata de la extensión de la fase de emergencia I, pues 37 municipios ya experimentaban medidas similares, los cuales dependen de los pantanos Darnius-Boadella, Riudecanyes y el acuífero Fluvià-Muga, en estado de emergencia.
“Cataluña está pasando la peor sequía del último siglo, de hecho, desde que se tienen registros en el ámbito pluviométrico, no habíamos afrontado nunca una sequía tan larga y de tanta intensidad”, subrayó Aragonès durante la intervención televisada en la que anunció las medidas desde el Govern.
El Gobierno local intenta así que los residentes reduzcan su consumo de agua en un 5% y los agricultores hasta en un 80%. El primer conjunto de medidas podría endurecerse si la situación no mejora.
(Con información de France24)