Redacción/CDMX
Las tres de la madrugada está rodeada de muchos mitos, se le ha considerado como la hora de las brujas, del demonio o de las hadas, pues se ha popularizado que en ese momento es el que aprovechan los seres extraños para visitarnos y hacerse presentes en nuestras ventanas, habitaciones o manifestarse con lamentos por las calles de nuestro barrio.
Y es que existe una razón por la que tales eventos suelen interrumpir nuestros sueños.
En realidad, solemos contar con despertares a las 3 de la mañana debido a que existe un cambio de fase del sueño y es, por lo regular, a esa hora cuando es más ligero.
De tal forma que solemos despertar momentáneamente, aunque no necesariamente nos daremos cuenta.
Cuando sí lo hacemos, es debido a que el cerebro está muy activo por alguna preocupación.
El sueño tiene cuatro fases, una de ellas es la REM.
En una primera etapa, se presenta un adormecimiento y se perciben estímulos externos y ya hemos comenzado a disminuir el tono muscular y a percibir los primeros signos del sueño.
Posteriormente llega la fase de sueño ligero, ahí se disminuye el ritmo respiratorio y cardiaco, pero si despertamos en esta fase, no recordamos haber dormido.
Enseguida, la fase de sueño profundo, donde ocurre la reparación física y mental.
Finalmente, en la fase REM, el sueño es profundo, el cerebro está muy activo y las neuronas motoras están bloqueadas, así que no podemos movernos, es cuando se presentan los sueños y se fijan buena parte de los recuerdos.
Al terminar tal etapa, se produce un microdespertar para después continuar con el ciclo del sueño, se estima que un adulto suele pasar por 5 o 6 ciclos completos por noche.
La probabilidad de despertar a las 3 de la mañana, es grande si cada noche nos acostamos a las 23:00 horas y nos levantamos a las 07:00.
Y solo despertaremos en ese inter en caso que nuestro estrés nos obligue.
(Con información de El País)
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