Redacción/CDMX
Nuestro cuerpo es un instrumento que nos permite hacer muchas cosas, y que al mismo tiempo toma decisiones propias, como cuando nos sentimos tristes o desesperados nos hace llorar o cuando de manera inconsciente capta olores emitidos por otros seres humanos.
Teniendo estas dos capacidades en cuenta, un estudio reciente mostró que el oler las lágrimas de las mujeres ayuda a los hombres a reducir la agresión, lo cual se sugiere como un propósito protector a la respuesta emocional.
Se descubrió que después de oler las lágrimas de las mujeres los hombres experimentaron reducciones en la agresión de más del 40%, según niveles evaluados de comportamiento agresivo y actividad cerebral.
Los científicos revelaron esta información en PLOS Biology y se cree que puede extenderse a todas las lágrimas humanas.
Para probar esto recolectaron lagrimas “emocionales” de 6 donantes femeninas entre 22 a 25 años, este resultó un gran desafío pues de 100 voluntarios que había solo se logró recolectar de ese pequeño grupo, pues se requería proporcionarle al menos un mililitro de lagrimas a cada voluntario masculino, lo cual son demasiadas lágrimas.
Después, 25 hombres jugaron un videojuego diseñado para provocar la agresión. Los participantes jugaron contra un oponente basado en un algoritmo informático, pero a ellos se les hizo creer que era otra persona haciendo trampa.
Con esto, los científicos midieron la agresividad de los hombres contando la cantidad de veces que decidían vengarse de su contrincante.
En un segundo experimento 26 hombres jugaron mientras eran escaneados por una resonancia magnética (MRI) que monitoreaba su actividad cerebral.
En ambos experimentos, los participantes olieron las lágrimas femeninas o una solución salina -ambas inoloras- y no se les dijo que estaban inhalando. Estos mostraron un 43.7% de menos comportamiento agresivo despues de oler las lágrimas en comparación a quienes olieron la solución salina.
Además, dos regiones del cerebro relacionadas con la agresión y la toma de decisiones -corteza prefrontal y la ínsula anterior izquierda- mostraron significativamente menos actividad después de que los hombres hayan olido las lágrimas y con ello aumentaron las conexiones con la amígdala la parte responsable de las emociones y el olfato.
Noam Sobel coautor del estudio y neurobiólogo del instituto Weizmann de Ciencias en Israel, menciona “que las lágrimas son una capa química que ofrece protección contra la agresión, y que este efecto es común a roedores y humanos, y quizás también a otros mamíferos».
Por otra parte, una investigación limitada experimento en el ámbito de la quimioseñalización humana, señalo que las lágrimas de las mujeres reducían los niveles de testosterona de los hombres -indicador fisiológico de excitación-.
Otras investigaciones sugieren que las personas pueden oler el miedo y la ansiedad de los demás y la evidencia respalda que el sudor transmite información emocional, cosa que ocurre con otras especies como los perros.
El equipo espera poder examinar si las mujeres humanas reaccionan de la misma manera al oler las lágrimas y si las lágrimas de bebés pueden llegar a tener el mismo efecto en los adultos.
(Con información de Smithsonian Magazine)