Ariadna Campos Rojas
Hoy en día los crímenes de odio han crecido por la difusión de las redes sociales, pero ¿en sí que es?
Es cualquier delito cometido por prejuicios específicos, como raza, nacionalidad, orientación sexual, género o creencia religiosa.
En ocasiones, los crímenes de odio son acompañados de un discurso de odio induciendo miedo con daños psicológicos o físicos.
Emanuel Méndez Cadena, director de Educación y Programa Editorial del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) nos explica un poco del tema.
“Los actos nos comentan que justamente las personas trans, son las personas más agredidas, más menoscabadas, con más violencias en términos de derechos humanos, pero también es muy importante no hacer como una graduación o una jerarquía, porque de esta forma lo que vamos a hacer es que posiblemente podemos decir, bueno, uno necesita más atención que otro y más bien lo que estamos buscando desde el Conapred es generar una atención colectiva integrar a todas las personas de todos los colectivos, pero sí es importantísimo nombrarlo en este país todavía las personas trans viven una serie de violencias”.
Tomando en cuenta el comentario de Emanuel Méndez Cadena, esta violencia tiene origen de años atrás, como nos los confirmó el jurista Luis de la Barreda:
«Los cambios son muy importantes, cuando yo era niño, hace un buen tiempo, crecíamos con la idea de que los homosexuales y solo pensábamos en los varones, no pensábamos en las mujeres, pensábamos en los homosexuales en los gays».
Recuerda que se señalaba a los homosexuales que «eran unos depravados que entonces merecían el desprecio y la burla de nosotros los normales, los heterosexuales, nunca se me dijo eso en la casa, nunca se me dijo eso en la escuela, pero era algo que flotaba en el ambiente, eh, los chistes en la escuela, el bullying contra los compañeros que sospechábamos que eran homosexuales, eran algo muy frecuente»
Incluso trae al presente que «en el cine antes de las películas pasaba un noticiero, en el noticiero se intercalaban chistes y esos chistes frecuentemente eran una mofa hacia los homosexuales”.
Así nos damos cuenta que, aunque siempre ha existido este clima de violencia, ahora se ha potencializado por las redes sociales a niveles inauditos.