Redacción/CDMX
La historia del antiguo Egipto sigue siendo un verdadero misterio, pues pone en duda las capacidades del ser humano contemporáneo, más en especifico algunas piezas de su arquitectura.
Se ha teorizado cómo es que fue posible que esa civilización sin las herramientas y tecnología con la que hoy en día se cuenta lograra construir las pirámides o la Gran Esfinge (uno de los monumentos emblemáticos de mayor antigüedad).
La esfinge tiene una altura cerca de 20 metros junto con algo más de 73 metros de longitud, esta dotada de cabeza humana, cuerpo de león, esto para los egipcios significaba una figura de inteligencia y fuerza.
Realmente es un misterio casi todo lo que esta alrededor de esta figura, pero un nuevo estudio señala que el primero en dar paso a la representación de este ser mitológico pudo ser la naturaleza.
Según los encargados del proyecto, quienes pertenecen a la Universidad de Nueva York, la erosión fue quien le empezó a dar forma a la Gran Esfinge.
El punto de inicio fue un yardang (formación rocosa moldeada de forma característica por la erosión causada por el viento).
Esta hipótesis fue respaldada por experimentos que realizaron los mismos expertos. Tomaron arcilla blanda con material más duro en el interior, fue colocada en un túnel de agua que tenía una corriente rápida destinada a simular los efectos de una milenaria erosión eólica.
“Hemos demostrado que el proceso natural de erosión puede tallar una forma parecida a la de un león tumbado con la cabeza levantada”, declaró a Live Science Leif Ristroph, autor principal del estudio.
Los investigadores, aún así resaltan el merito de los antiguos pobladores de Egipto, sin lugar a dudas se necesitó mucha delicadeza para dar forma a los rasgos tan característicos que continúan hasta la actualidad.
(Con información de National Geographic)