Científicos recrean olor a las momificaciones egipcias

Redacción/CDMX

En un estudio publicado el 31 de agosto en la revista Scientific Reports, se identificó los componentes de un bálsamo que se usó para conservar los órganos momificados de Senetnay una antigua noble egipcia que vivió en la XVIII dinastía, hacia el 1450 a. C., y que fue nodriza del faraón Amenhotep II.

En el antiguo Egipto, muy pocas personas tenían el acceso a los secretos del proceso de momificación, ya que eran procesos complejos, debido a que se trataban con elementos llegados de regiones lejanas.

Además, la tecnología actual ha analizado los restos de las sustancias hallados en vasijas canópicas, lo cual hizo que se percatarán de la variación en la momificación según el estatus social del difunto.

Por ejemplo, la conservación de los órganos de Senetnay eran relativamente compleja a comparación de otros del mismo periodo.

Para preservar los pulmones e hígado de Senetnay se utilizaron Resina de alerce, pistacia, cumarina y, posiblemente, dammar.

Aunque además de estos, los bálsamos contenían cera de abeja, aceites vegetales, grasas animales, betún y resinas de la familia de las coníferas -pinos y alerces-.

La cumarina -olor parecido a la vainilla- se encuentra en una amplia gama de plantas como canelas y plantas de guisantes.

Según Christian Loeben, conservador del Museo August Kestner explica que estos ingredientes exclusivos de esa época ofrecen una comprensión novedosa de la sofisticación de las prácticas de momificación y las rutas comerciales de Egipto, ya que se abastecían de materiales que se encontraban fuera de su reino.

Con todo este conocimiento, los científicos decidieron recrear uno de los aromas de la momificación.

Para ello, colaboraron con la perfumista francesa Carole Calvez y con la museóloga sensorial Sofia Collette Ehrich para recrear la fragancia con base en sus conclusiones analíticas.

A la cual se le ha llamado “aroma de la eternidad”.

Este aroma será presentado en el Museo Moesgaard de Dinamarca, donde se les dará a los visitantes una experiencia sensorial única, ya que podrán experimentar de primera mano el olor a una momificación del antiguo Egipto.

Aunque para la principal autora, Barbara Huber este aroma no solo habla de las momificaciones, sino que «encarna el rico significado cultural, histórico y espiritual de las prácticas mortuorias del Antiguo Egipto».

(Con información de Deutsche Welle)