Redacción/CDMX
Francisco Villa (1878-1923), uno de los líderes populares de la Revolución Mexicana estuvo casado al menos 23 veces, pero solo se casó por el civil y la iglesia con Luz Corral (1892-1981), cuando ella contaba con 19 años de edad.
La boda se realizó en San Andrés, Chihuahua, el 28 de mayo de 1911.
Cuando fue asesinado el general el Villa el 20 de julio de 1923 en Parral Chihuahua, Luz Corral, en su papel de esposa legítima, heredó una propiedad de 50 habitaciones conocida como la Quinta Luz, la cual mantuvo por décadas como un museo en donde resguardó fotografías y documentos de la Revolución Mexicana.
Después de contraer matrimonio, Villa compró una casona en la calle Décima y habilitó ahí un cuartel para su guardia personal llamados los Dorados, con dormitorios, calabozo y caballerías, además de las habitaciones para el matrimonio y un despacho con murales dedicados a los Niños Héroes y a Miguel Hidalgo.
Así, a la muerte de Villa, la viuda vivió en la Quinta Luz en donde habitó solo una parte del inmueble y el resto de este fue ocupado para exhibir los relojes, los sombreros, los uniformes militares, armas de fuego, sillas de montar, fotografías, documentos relacionados con su esposo y la Revolución, así como el vehículo Dodge modelo 1919 en donde el Centauro del Norte fue asesinado.
En 1966, en entrevista con el periodista Arturo Luján, Luz Corral mencionó que convirtió su casa en museo después de que la visitara el entonces presidente Miguel Alemán Valdés, sin embargo, aclaró que nunca recibió pensión del gobierno mexicano y ningún apoyo para la conservación de la Quinta Luz.
“Vino (el presidente) Miguel Alemán, (los gobernadores) Soto Maynez y Foglio Miramontes, se tomaron la foto, prometieron que iban a componer la casa, pero no hicieron nada, nomás me ofrecieron”, recordó.
“No recibo un centavo de pensión, vivo del turismo, por eso le miento la madre a todos (los políticos)». enfatizó.
“A mí me invitaron una vez al PRI para que fuera hacer la campaña, me ofrecieron mil pesos, y les dije: ‘¿A mí para qué me sirve ese dinero?’, quieren que vaya a hacer el ridículo, que me apedreen, que vaya y me suba a un bote de basura o a una troca, y le diga al pueblo: ‘Voten ustedes por fulano de tal que va ser el redentor del proletariado, de las viudas y de las huérfanas’, y luego que él no hizo nada y que me mentaran la madre; yo dije no, para mentar la madre, yo, pero para que me la mienten a mí está muy difícil”, aseguró.
En repetidas ocasiones, Luz Corral ofreció al gobierno federal que le comprara la casona y pidió “que me dejen aquí viviendo hasta que yo me muera, y yo me comprometo a ir rancho por rancho, a los pueblos, casa por casa, y con un palo les tocó la puerta para ver quién me da una pistola, un nombramiento, para completar el museo”.
Luz Corral murió a la edad de 89 años de edad, el 6 de julio de 1981 por un problema cardiorrespiratorio. Después de esa fecha, la Secretaría de la Defensa Nacional expropió la Quinta Luz, ante el amago de empresarios estadunidenses que reclamaban la propiedad amparados en contratos supuestamente firmados por la viuda.
(Con información de La Jornada)