La amistad adolescente, ya no es lo que era

Redacción/CDMX

La amistad entre adolescentes cambió, se nota una diferencia de lo que era hace solo 20 años, y es posible que ya estemos viendo las repercuciones.

La profesora de psicología de la Universidad Estatal de San Diego , Jean Twenge, expone en su libro, Generations: The Real Differences Between Gen Z, Millennials, Gen X, Boomers, and Silents, que los adolescentes pasan mucho menos tiempo socializando en persona a comparación de las décadas anteriores al 2000.

A partir del 2010, los adolescentes pasaban cada vez menos tiempo juntos en persona, esto se debe al surgimiento de las redes sociales a partir de los pertenecientes a la Generación Z, nacidos entre 1995 y 2012.

El uso de las redes sociales remplazó las formas de socializar de manera personal.

En 1996, los  estudiantes de décimo grado en los EE. UU. salían con amigos un promedio de 2,5 veces por semana, según el  proyecto de larga duración Monitoring the Future de la Universidad de Michigan.

En la década posterior, el numero se redujo  ligeramente a 2,3 veces por semana.

Y, para el 2020, antes del pandemia de la covid-19, la tasa disminuyó a 1,5 veces por semana.

A partir del 2012, la mayoría de los adolescentes contaban con teléfonos inteligentes y más del 70 % usaban las redes sociales a diario, ocasionando que el numero de veces que se veían fuera de la escuela, disminuyera.

Twenge, escribió que, los adolescentes y adultos jóvenes en 2019, pasaron 25 minutos menos al día socializando en persona con otros, a diferencia del 2012.

Eso se traduce en tres horas a la semana, 13 horas al mes y 152 horas al año menos en compañía de otros.

Lo anterior descrito revela que las amistades digitales que están reemplazando a las amistades personales no son tan satisfactorias.

Las conversaciones de texto y los chats de video no son tan enriquecedores como un dialogo cara a cara, puesto que carecen de amplitud, contexto, tono vocal y señales importantes del lenguaje corporal.

La naturaleza activa de las redes sociales y los teléfonos inteligentes generó que el porcentaje de adolescentes que duermen menos de siete horas aumentara del 34 % en 2012 al 49 % en 2020.

Twenge, señaló al respecto, “Las personas que no duermen lo suficiente y que pasan menos tiempo con los demás cara a cara tienen más probabilidades de deprimirse, y eso es lo que les ha sucedido en masa a los adolescentes y adultos jóvenes”.

Los datos de Monitoring the Future muestran la proporción de estudiantes de 12º grado en los EE. UU. con síntomas depresivos altos se mantuvo entre 1989 y 2012 en aproximadamente el 10 % y el 15 %.

Un informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades publicado a principios de este año reveló que las adolescentes están experimentando tasas más altas de problemas de salud mental, considerando el suicidio casi un 60% más que hace una década.

Los padres quejándose de sus hijos es una constante, pero, el cambio en la naturalidad de la amistad y la convivencia ha generado efectos dañinos, ya que, se alteró la forma de socializar de los adolescentes.

Alterando de forma negativa a este segmento de la población.

(Con información de bigthink.com)