Francisco Juárez/CDMX
Leonardo da Vinci es uno de los mayores genios que ha visto la humanidad, alguien a quien la vida no le alcanzó para completar la gran cantidad de proyectos e ideas que cruzaron por su mente.
Fue pintor, arquitecto, filósofo e inventor, entre otras habilidades y aficiones.
Muchos de los prototipos que imaginó estaban muy adelantados a su tiempo, como el helicóptero, el submarino o el tanque y el automóvil.
El actor Rodrigo Murray llevará a escena pasajes del artista florentino.
Mediante un monólogo, Murray interpreta a un actor (también llamado Rodrigo) que está montando una obra sobre Da Vinci, y al mismo tiempo al pintor que nació en 1492, para ahondar en sus sueños, proyectos y errores.
En el escenario -hablando de innovaciones- está acompañado de Leonardo 4, que es una escultura cinética que fue creación del artista mexicano Sebastián.
Es una pieza única que se puede adaptar a las necesidades del histrión.
En entrevista, Rodrigo Murray, describe a la pieza como su coprotagonista de la obra, y está hecho a escala de una creación que hizo Sebastián en los años 70.
Es un transformable que al desdoblarse muestra otras figuras distintas al original, es decir, con ella crea a la Florencia de 1500 o Milán, o el departamento del actor que busca interpretar a Leonardo en el siglo XXI o el taller de Verrocchio.
“Comencé a escribir esta obra hace como 16 años pero cuando comencé a trabajar con la pieza de Sebastián tardé como un año en encontrar todos los movimientos que yo necesitaba para la obra. Pesa como 200 kilos, por ello, debe estar anclada a la tierra porque no puedo cargar los 200 kilos”, afirma.
A pesar del enorme esfuerzo físico de manipular la estructura, Rodrigo manifiesta que poder “sudar el vestuario” es algo que lo llena como actor, pues el cansancio es inversamente proporcional a la satisfacción del corazón.
“El cansancio no lo sientes sino hasta que te vas a dormir, pero en ese momento la adrenalina y la emoción de poder hacer el espectáculo es mayor, incluso que a tu propia capacidad física”.
En lo que se refiere a la música, teniendo en cuenta que Leonardo fue compositor, e inventor de instrumentos “yo me acerqué a mi amigo Lu (Luis Ernesto Martínez), el famoso bajista de La Gusana Ciega y compusimos una melodía que se va desarmando, como la pieza, a lo largo de toda la obra».
«El resultado es música que finalmente él creó, que tiene un viaje desde algunos instrumentos renacentistas con cambios que nos traen al México del siglo XXI».
Asegura que le interesa abordar al genio desde el punto de vista humano y no de alguien intocable.
Pues a pesar de la forma que actualmente recordamos a Leonardo, fue alguien que lidió con el fracaso, pues en su vida no pudo hacer volar un helicóptero ni echar a andar un tanque ni sumergirnos en las aguas de Venecia, pero nos orilló a cruzar los límites de la posibilidad humana.
Leonardo se presentará sábados y domingos a las 13:00 horas, desde el 24 de junio al 27 de agosto en el Teatro Helénico.