Redacción/CDMX
Senegal es uno de los países africanos que tiene un alto porcentaje de población joven; la mitad de sus 18 millones de habitantes, son personas menores de 19 años.
Esto indica que tiene una demanda potencialmente alta de educación.
Según estadísticas, de los que tienen entre 6 y 11 años, el 41% no está escolarizado.
En el grupo de edad de 12 a 18 años, el 43% no está escolarizado.
Las estadísticas también muestran que el número de matrículas de niñas disminuye a medida que avanzan de grado.
Para comprender esta dinámica, el Centro Africano de Investigación sobre Población y Salud llevó a cabo un estudio de dos años sobre la educación y el bienestar de las niñas en Senegal.
The Conversation Africa le pidió a Benta A. Abuya, investigadora principal del estudio, que revelara los hallazgos.
Descubrieron que solo un tercio de las niñas se matriculan en una escuela secundaria.
¿Por qué sucede?
Para comprender esta situación hay que conocer el contexto en materia educativa que tiene Senegal.
Su sistema de educación inicia con el ingreso a la escuela primaria y esto es para niñas y niños a los seis años.
La escuela primaria dura seis años, la secundaria inferior dura cuatro años y la secundaria superior dura tres años.
Los resultados arrojados fueron que en el último grado de la escuela primaria, la tasa de deserción fue del 26,7% para las niñas y del 22,2% para los niños.
Una de las razones de este fenómeno corresponde a dificultades financieras en los hogares.
En este sentido, hay que tomar en cuenta que el 39% de los senegaleses viven por debajo del rango de pobreza.
Otro elemento que encontró este estudio, es que hay una preferencia por educar a los niños sobre las niñas.
Existen prácticas culturales profundamente arraigadas, entre ellas la de la mutilación genital femenina, matrimonios infantiles forzados y embarazos precoces.
Estos factores sociales impiden que algunas niñas progresen en la escuela.
El estudio propone algunas soluciones
Los padres pueden ayudar a aumentar el número de niñas que ingresan a la escuela secundaria si dan las mismas oportunidades a niños y niñas para que puedan asistir a la escuela.
Abstenerse de casar a las niñas en edades tempranas.
Dejar de usar la excusa de que las niñas están obligadas “terminar en la cocina”.
Registrar a todos sus hijos –incluidas las niñas- al nacer para que tengan actas de nacimiento.
Este último punto –menciona el reporte-, da cuenta de la falta de seguimiento de la emisión de certificados de nacimiento para las niñas, lo cual dificulta su educación más allá de la escuela primaria.
El reporte concluye con que el gobierno y las partes interesadas deben instar a los padres a involucrarse más en los programas para mantener a las niñas en la escuela.
El gobierno también debe asegurarse de que el Marco de Coordinación de Intervenciones sobre la Educación de las Niñas en Senegal trabaje en conjunto con las comunidades.
Los hombres y los niños deberán participar en los programas de intervención, -esto tiene el potencial de cambiar las dinámicas de poder al desafiar las normas de género y las creencias patriarcales de que los hombres y las mujeres no son iguales-.
(Con información de The Conversation)