Muchas distracciones erosionan nuestra capacidad de leer profundamente

Redacción/CDMX

Mantenerse enfocado durante un largo periodo de tiempo es un preocupación creciente.

Actualmente tenemos que procesar cantidades increíbles de información diariamente, donde el cerebro tiene que funcionar a toda marcha para administrar el procesamiento y la toma de decisiones requerida.

Es una era de notificaciones que no cesan, tanto de aplicaciones, dispositivos y plataformas de redes sociales.

Ante este panorama ¿está cambiando la forma en que pensamos, enfocamos y procesamos la información?

“Estamos tan acostumbrado a ir tan rápido que la inmersión es difícil”, comenta Maryanne Wolf, directora del Center for Dyslexia, diverse Learners and Social Justice de la Universidad de California.

“En esencia, me he obsesionado por los procesos de lectura profunda que expanden el cerebro lector del niño para alcanzar su potencial académico. Pero esa base se expande con el tiempo con todo lo que leemos y aprendemos”, apunta.

Kai Lukoff es profesor asistente en la Universidad de Santa Clara, donde dirige el Laboratorio de interacción humano-computadora e investiga cómo los diseñadores de aplicaciones, plataformas y tecnología intentan captar la atención del usuario.

Afirma que “hay mil o más ingenieros, desarrolladores, diseñadores al otro lado de la pantalla que están diseñando estos servicios a propósito” para captar la atención y el usuario pase más tiempo en el sitio, para que haga más clics en más anuncios.

Como respuesta, aprendemos a filtrar rápidamente el contenido. Hacemos un skim como una estrategia adaptativa.

El skimming socava a su vez, la atención que Wolf señala que se requiere para cosechar los beneficios intelectuales, mentales y cognitivos de una lectura profunda.

Este skimming es una respuesta adaptativa a un entorno inundado de información. Y la multitarea de los medios tiene un costo cognitivo, señala Daniel Le Roux.

Con información de (The Conversation)