Dos aves están armadas con una de las neurotoxinas más poderosas

Redacción/CDMX

Dos especies de Nueva Guinea son las primeras aves venenosas identificadas en más de 20 años.

Estas especies se identificaron en una expedición a la selva tropical de Nueva Guinea.

Científicos descubrieron la especie recolectando muestras de aves venenosas que contienen suficiente neurotoxina en sus plumas que tiene como efecto hacer que los ojos se llenen de lágrimas como si se estuviese cortando una cebolla.   

Las aves poseen batrachotoxina, que es una de las neurotoxinas más poderosas conocidas por la ciencia.

El nombre de la batrachotoxina proviene del griego para rana (Batrachos) y recibió su nombre de las ranas venenosas en las que se descubrió inicialmente, pero que, evidentemente también se encuentra en especies no anfibias.

Se piensa que las aves obtienen la toxina a través de su dieta, es decir, al consumir alimentos tóxicos y luego convertirlos en un veneno que se incorpora a sus tejidos.

Altas concentraciones de batrachotoxina pueden resultar fatales para los humanos, ya que puede provocar convulsiones violentas y eventualmente la muerte al hacer que los canales de sodio en el músculo esquelético se bloqueen en una posición abierta.

Dicha sustancia se encuentra de manera más abundante en la piel de las ranas, pero en las plumas de las aves contienen dosis más bajas.

A pesar de estas bajas dosis –que pueden servir como mecanismo de defensa-, no se sabe con certeza para qué se usa exactamente.

Según los lugareños, comer la carne de las aves quema como el chile. Esto podría indicar que las aves se han adaptado para volverse poco atractivas para sus depredadores, sin embargo, se necesita más información para confirmar este punto.

El trabajo manual que se tiene que desarrollar para la investigación ha resultado complicado:

«Knud Jønsson del Museo de Historia Natural de Dinamarca, pensó que estaba triste y que estaba pasando un mal momento en el viaje cuando me encontraron con secreción nasal y lágrimas en los ojos».

Kasun Bodawatta, investigador de la Universidad de Copenhague, en un comunicado mencionó: “De hecho, estaba sentado allí tomando muestras de plumas de un pitohui, una de las aves más venenosas del planeta”.

Es el trato cercano y personal lo que realmente duele, señaló Bodawatta. “Retirar las aves de la red no es malo, pero cuando es necesario tomar muestras en un entorno confinado, puedes sentir algo en los ojos y la nariz. Es un poco como cortar cebollas, pero supongo que con un agente nervioso”.

Las últimas especies en unirse a la lista de aves venenosas incluyen el silbadorregente (Pachycephala schlegelii) y el campanero de nuca rojiza (Aleadryas rufinucha ). Estas aves son comunes en esta parte del mundo, pero solo ahora se ha descubierto que son venenosos. Han pasado más de dos décadas desde que se descubrió una nueva ave venenosa.

El estudio se puede consultar en:

https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/mec.16878

Con información de IFLSCIENCE