Redacción/CDMX
La King Abdullah University of Science & Technology (KAUST) de Arabia Saudita, junto a Parsifal Islas Morales y Luis Felipe Jiménez García, ambos investigadores de la UNAM, realizaron un hallazgo.
Según su investigación, publicada en la revista científica “Frontiers in Microbiology”, se descubrió la presencia de un nucléolo en arqueas, un grupo de células procariontes.
Sin embargo, se sabe que en el campo de la biología las células se clasifican en dos grupos: células procariontes y eucariontes.
La principal diferencia entre ambas radica en que las segundas tienen compartimentos en los que se destaca el núcleo.
Mientras que las primeras, donde se incluyen bacterias y arqueas, carecen de núcleo.
El descubrimiento fue posible gracias al uso de técnicas clásicas de microscopía y análisis de genómica y proteómica.
Utilizando la microscopía electrónica y la proteómica para confirmar la presencia de una estructura similar a un nucléolo en las arqueas.
Es fascinante el hallazgo porque cambia esta noción que tenemos desde la primaria-secundaria.
Al decir que el nucléolo existe en células de tipo procariontes, arqueas para ser precisos.
Islas Morales explicó que la idea de buscar un nucléolo en las arqueas surgió cuando comenzaron a pensar sobre el origen evolutivo del núcleo eucarionte.
“Básicamente, la biología evolutiva es una disciplina teórica que te impulsa a generar una narrativa histórica de la vida en la Tierra”.
Encontrar un nucléolo en algún procarionte no necesariamente es una adaptación evolutiva, sino que, a la luz de una filogenia.
Nos debe hacer pensar en cómo se veía el último ancestro común de los grupos que comparten esta estructura celular.
Los investigadores de la UNAM superaron varios desafíos para alcanzar su gran logro. El más significativo fue la carencia de infraestructura para cultivar arqueas en México.
Ante esta dificultad, el equipo decidió realizar una cooperación internacional y buscaron apoyo en la KAUST, en Arabia Saudita.
Con ellos habían colaborado previamente en el estudio de bacterias gigantes del Mar Rojo.
Asimismo, surgió la oportunidad de presentar este proyecto, al cual tiene apoyo desde el primer momento.
Este hallazgo demuestra que todavía hay mucho que aprender sobre el mundo de las células, incluso sobre las que hemos creído entender durante décadas.
Descubrimiento que no solo es para la biología celular evolutiva, sino también para la colaboración científica internacional y la formación de nuevos investigadores en México y en todo el mundo.
Actualmente Parsifal Islas se desempeña como coordinador general de la Cátedra UNESCO de Diplomacia y Patrimonio de la Ciencia.
Un proyecto bajo la dirección de la reconocida científica y pacifista, Ana María Cetto y con sede en el Instituto de Biología, UNAM.
(Con información de UNAM Global)