Redacción/CDMX
El sargazo son macroalgas de color pardo que viven suspendidas en los mares desplazándose a lo largo del océano Atlántico.
Rosa Rodríguez, bióloga marina del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) afirma que las dos especies de algas que lo forman «poseen vesículas de gas, un mecanismo de adaptación para mejorar la fotosíntesis y que les permiten pasar su vida flotando”.
Pero su acumulación desmedida resulta tóxica en las regiones costeras ya que provoca la muerte masiva de muchas especies marinas, además de interferir en la luminosidad de los ecosistemas evitando que se filtre la luz al fondo que es de suma importancia para la biología de los corales.
Cuando estas macroalgas se descomponen en la orilla del mar consumen grandes cantidades de oxigeno, esto causa anoxia al emitir gases tóxicos como ácido sulfhídrico y metano, que son muy peligrosos para la salud humana.
Esto ha impactado en gran parte del Caribe, como las playas de Belice, La costa norte de Brasil, Honduras, Jamaica, Cuba, México, República Dominicana, Barbados o islas como la de San Andrés, de Guadalupe o Martinica
Rodríguez comentó que este problema fue señalado por ambientalistas y hoteleros desde hace años, pero aun con los esfuerzos del los gobiernos por limpiar sus playas no han dado resultados eficientes, “Por un lado, apenas se atiende a una pequeña extensión de la costa, y no se están protegiendo ecosistemas que también se ven afectados por el sargazo, como los manglares y la selva”
Aunque falta mucho por investigar sobre esta amenaza, Rodríguez advierte, “todo parece indicar no sólo que el problema vaya a permanecer, sino que cada vez se va a agravar más”.
(Con información de El País)