«Hay personajes que visitan el mundo de la vigilia y muchas veces quieren quedarse, quieren quedarse en este mundo y ahí se convierten en prófugos», explicó la cineasta Natalia Meta
Julio López / Ciudad de México
Fantasía, horror y drama se conjunta en el filme El profugo de la directora argentina Natalia Meta, un retrato sutil y convincente sobre entes etéreos que buscan ocupar un lugar en nuestro mundo.
La historia gira en torno a una actriz de doblaje y cantante cuya voz va teniendo cambios casi imperceptibles, con el paso de los días esta condición se va haciendo más evidente, aunque nadie encuentra una explicación para lo que le ocurre.
«Se plantea una situación donde los sueños y la vigilia están separados por algo que podemos llamar tabique, un pequeño cerco que tiene fisuras, grietas. Hay personajes que visitan el mundo de la vigilia y muchas veces quieren quedarse, quieren quedarse en este mundo y ahí se convierten en prófugos», explicó la cineasta, en entrevista para Noticias 22.
La película está inspirada en el libro de terror El mal menor del escritor argentino C. E. Feiling. Para la filmar la película la directora hizo cambios significativos, el libro es muy descriptivo, la película lleva el suspenso a la mente de la protagonista. Los ambientes son cotidianos, sin embargo, todo el tiempo se siente una atmosfera enrarecida.
«Tiene que ver bastante con el juego de los géneros, con la incertidumbre, quizá no siempre como algo malo, sino algo que te permite, cuando le pierdes el miedo, dejas de ver lo distinto como siniestro y lo puedes pensar como una posibilidad ese mundo donde no hay certezas, donde no todo está determinado», agregó.
El prófugo tuvo su estreno internacional en el festival de Berlín, además se convirtió en la apuesta de Argentina en la carrera rumbo al Oscar, pero más allá de eso ha sido arropada por el público y la crítica en gran medida porque es una historia inquietante y claustrofóbica. Sencilla en su narrativa, pero efectiva e increíble. Al ver la película se asume que lo que le ocurre a la protagonista le podría pasar a cualquiera.