Una pequeña exposición en el CCEMx nos lleva por el proceso creativo único y personal de Joan Miró
Redacción / Ciudad de México
«Nunca se encuentra sino lo que se espera» escribe Guy Weelen, el historiador del arte, en el inicio del pequeño libro que dedica a Miró. Allí describe cómo el artista español se inclinó por la línea y la mancha, y por temas como la noche, las estrellas, la luna, la mujer, creando así una mitología propia «dando a sus genios la vida y la muerte».
Una exposición pequeña en formato, poderosa en su mensaje, busca adentrarnos en ese humor sombrío e ironía amarga que circula por sus obras; en el proceso creativo único y personal de Joan Miró, llegar a la mente y al hacer de uno de los artistas más importantes del siglo XX a través de la exploración del lenguaje de signos del artista: Universo Miró.
En el libro antes citado, Weelen escribe:
«El propio Miró lo ha dicho: el cielo le trastorna. Con frecuencia ha pintado constelaciones, ha trazado en la frente de sus hombres y sus mujeres una estrella que, en vez de guiarlos, parece cegarlos para que pierdan su camino. Son atraídos por los vastos horizontes donde se arrojan y pierden. Hombres y mujeres se dislocan en ellos, abandonan su forma, disueltos en los movimientos estelares.»
Esta exposición llega a México luego de pasar por ciudades como Roma, Berlín, Dublin, Bruselas y París. En México se presenta, por primera vez, gratuita para todo público en el Centro Cultural de España en México, en la Sala Panorama, a partir del 8 de octubre y hasta el 12 de diciembre de este año.
Imagen de portada: Joan Miró, Personajes y pájaros un paisaje nocturno, 1978. Captura de pantalla tomada del catálogo digital Universo Miró. Fundación Joan Miró. Barcelona.