El cineasta español prepara el estreno, en su país de origen, de su más reciente producción Madres paralelas
Redacción / Ciudad de México
Era apenas 24 de junio cuando Pedro Almodóvar anunciaba que había acelerado la posproducción de su última película, Madres paralelas, para poder estrenarla en salas de su país de origen el 10 de septiembre.
Almodóvar ha encontrado la manera de seguir produciendo en un contexto que ha relegado a muchos al confinamiento o que ha dilatado muchas producciones en camino. En octubre de 2020 estrenó La voz humana, un cortometraje protagonizado por Tilda Swinton.
El rodaje fue realizado en diez semanas y finalizado los últimos días de mayo. De acuerdo a una nota publicada por el diario EL PAÍS, la productora El Deseo decidió acelerar la posproducción y estrenar un fin de semana antes del inicio de San Sebastián para incentivar el regreso a las salas de cine.
Luego de su último largometraje, Dolor y Gloria, Almodóvar ha señalado que con Madres paralelas regresa al universo femenino, a la maternidad y a la familia. También señala que hay una diversidad de madres que pueblan su filmografía, pero que son las “madres imperfectas y complejas” las que le interesan ahora.
La trama es ésta: «Dos mujeres, Janis y Ana, coinciden en la habitación de un hospital donde van a dar a luz. Las dos son solteras y quedaron embarazadas accidentalmente. Janis, de mediana edad, no se arrepiente y en las horas previas al parto está pletórica; la otra, Ana, es una adolescente y está asustada, arrepentida y traumatizada. Janis intenta animarla mientras pasean como sonámbulas por el pasillo del hospital. Las pocas palabras que cruzan en esas horas crearán un vínculo muy estrecho entre las dos, que el azar se encargará de desarrollar y complicar de un modo tan rotundo que cambiará las vidas de ambas».