Revisitar el trabajo del autor en el aniversario de una de sus obras publicadas
Ohmar Vera / Ciudad de México
En el libro Colores en el mar y otros poemas el poeta tabasqueño Carlos Pellicer reunió, a los 24 años, su trabajo realizado de 1915 a 1920. La obra compuesta originalmente por sesenta poemas, fue publicada por primera vez en 1921; impresa en hojas sueltas, sin índice ni paginación, con tres ilustraciones de Roberto Montenegro y prologo del autor.
«No se sabe realmente y es imposible saber de qué constaba la edición original. Cuando Luis Mario Schneider numeró, según él consideraba que debía ser la edición original en 78 paginas, basándose en un ejemplar que mi tío le dedicó a su novia Esperanza Nieto, justamente en 1922, cuando fue a Villahermosa a formalizar su noviazgo con esta mujer. Éste ejemplar que está aquí conservado, pues le pareció a Luis Mario y a mí, nos pareció qué era el ejemplar más completo y fue el que se utilizó para hacer la edición de la poesía completa en 1977», señaló Carlos Pellicer López, narrador, ilustrador y artista plástico.
De acuerdo con Carlos Pellicer López, sobrino del poeta, para cuando se publicó Colores en el mar, ya existían cientos de poemas escritos desde la infancia de Pellicer. Quien siempre fue sumamente exigente acerca de qué mostrar al público. Lo cual se demostró en la presentación del libro.
«Cuando el libro se presentó, que lo editó Editorial Cultura en 1921, mi tío me contó que para hacer la presentación, le había pedido una vitrina que diera la calle, entonces había puesto en el suelo todas las hojas dispersas y regadas del libro con una escoba junto, invitando al lector a barrer con las hojas que no le gustaban y conservar solamente la de su preferencia.»
Escrito frente a las costas de Campeche y Tabasco, a las orillas del mar Caribe, Colores en el mar es antes que nada, una colección de poemas sobre el océano, una galería de estampas y acuarelas del mar. Donde tambián aborda su religiosidad, lírica amorosa y mexicanidad.
«En este primer libro de colores en el mar se pueden ver perfectamente definidas los caminos fundamentales de la poesía de Pellicer, su devoción religiosa, la veta amorosa que aquí también ya nos queda muy clara, su admiración hacia el paisaje y su reverencia ante los héroes, sobre todos los héroes de nuestra América.»
Aunque influido por la estética modernista, en su ópera prima, Pellicer encuentran las raíces y los primeros frutos de su inconfundible voz.
«Tal vez el haber guardado toda esa producción de primera juventud de haber esperado hasta este momento, fue justo cuando él ya se sintió en posesión de una voz propia, y bueno, como siempre digo el que no lee a Pellicer, se lo pierde y pierde una de las alegrías más grandes de la vida.»