En 2020 la exponente de la música afromexicana recibió la investidura del Bastón de Mando como Embajadora por la Paz de las 68 Lenguas Maternas y los Pueblos Afromexicanos. ¿En qué consistirá esta labor?
Karen Rivera / Ciudad de México
Jennifer Cabrera es exponente de la música afromexicana en Europa. Originaria de Poza Rica, Veracruz, y radicada en Venecia, Italia, es especialista en la antropología de la danza, canto y ritmos de países como Cuba, Bali y Senegal. La imagen de la también bailarina, cantante y performer fue seleccionada como uno de los 18 personajes más importantes que integran el libro Venecianos por elección y en 2020 recibió la investidura del Bastón de Mando como Embajadora por la Paz de las 68 Lenguas Maternas y los Pueblos Afromexicanos. ¿En qué consistirá esta labor?
«Es dar a conocer estos aspectos que tenemos, la multiculturalidad que existe en México, en el mundo, por lo que concierne a mí, en todo lo que es el territorio europeo. Sucesivamente, dar apoyo a artistas mexicanos, sobre todo que tengan una raíz o una conexión muy fuerte en lo que es nuestra parte tradicional, nuestra cultura, nuestros orígenes y apoyo para que puedan ir al extranjero nuestros danzantes, la parte digamos artística», señaló la etnocoreógrafa y productora musical.
Jennifer Cabrera es reconocida por la UNESCO como la única etnocoreógrafa autorizada para presentar su arte, en clave original o contemporánea, inspirada en el estudio histórico, antropológico y sociológico de las etnias o grupos sociales. El Bastón de Mando es un emblema entregado por la plataforma Mexiutopic, a través del Consejo Indígena Nacional, a las autoridades indígenas y afromexicanas, es decir a personas reconocidas por su trayectoria a favor de la identidad y la paz, como símbolo de poder y respaldo de su comunidad.
«Ya he sido contactada por algunas personas, algunos de nuestros hermanos indígenas y en este caso, bueno yo soy de Poza Rica, Veracruz, me han contactado los voladores de Papantla, los danzantes y nuestro propósito es, entre varias cosas, poder llevar parte de esta gran cultura que tenemos aquí por estos lares, pero no solamente, en algunos lugares en Europa.
»Si es que logramos este objetivo, ellos venderán sus piezas, sus artesanías, las funciones también tienen que ser pagadas en el caso sea de la parte de las danzas, esto es lo que ellos están pidiendo, porque aquí no están siendo escuchados.»