Banco de cerebros

Un espacio en la UNAM que resguarda encéfalos, fragmentos de órganos y fluidos con el objetivo de estudiar enfermedades neurodegenerativas

Ciudad de México (N22/Karen Rivera).- La Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la UNAM tiene el primer Biobanco Nacional de Demencias del país. Se trata de un banco de cerebros que también resguarda encéfalos, fragmentos de órganos y fluidos con el objetivo de estudiar enfermedades neurodegenerativas asociadas con el envejecimiento como el Alzheimer.

En 1991, el doctor Raúl Mena López impulsó la creación de lo que hoy se conoce como el Banco Nacional de Cerebros, en ese momento el objetivo era reunir órganos del sistema nervioso central de pacientes que fallecían con la enfermedad de Alzheimer. Con una nueva modalidad se creó el Biobanco Nacional de Demencias.

«Lo que pretendemos es poder realizar y buscar un biomarcador, primeramente, un biomarcador específico para la enfermedad de Alzheimer y la otra es poder encontrar un método de diagnóstico no invasivo para poder diagnosticar tempranamente a los pacientes con enfermedad de Alzheimer y poder diferenciarlo dentro de otras enfermedades neurodegenerativas. Aquí lo importante es que nosotros debemos encontrar, básicamente en vida, y asegurar al cien por ciento que esta persona está desarrollando una enfermedad u otra», señaló José Luna director del Biobanco Nacional de Demencias.

Entre los estudios que se realizan en este banco se encuentra el de analizar los encéfalos, es decir, la parte del sistema nervioso central que controla todas las funciones del ser humano y los fragmentos de partes del cuerpo como el páncreas, el intestino, el hígado o los riñones de aquellos individuos que padecieron algún tipo de demencia con aquellos que no tuvieron afecciones neurológicas para comparar el procesamiento de las proteínas involucradas y determinar sus factores de riesgo. En el Banco de Demencias se encontró que en un cerebro que presenta Alzheimer se modifica la proteína denominada Tau.

«La otra parte que ya nosotros estamos trabajando también es empezar a buscarlos precisamente en fluidos para ver si nosotros lo podemos censar en diferentes periodos de deterioro cognitivo de la persona y ver cómo se va comportando a lo largo de la evolución de la enfermedad. Esto nos podrá ayudar para poder tener un diagnostico temprano y también un biomarcador especifico.»

La dinámica para poder contar con estos órganos es la siguientes: una vez que el paciente o la familia aceptó donar su cerebro post mortem, la sangre y fluidos se podrán obtener en vida de forma no invasiva; éstos se irán almacenando a menos 80 grados centígrados para mantenerlos en óptimas condiciones.

«Este Biobanco está enfocado precisamente para poder hacer investigación; va a favorecer la enseñanza precisamente a estudiantes de la Facultad, de la Universidad y obviamente también de otras instituciones. Otra parte que nosotros estamos impactando o que queremos impactar es precisamente en el entendimiento de la clínica de la enfermedad.»

Este espacio pertenece a la Red Latinoamericana de Bancos de Cerebros y actualmente cuenta con cinco casos en acervo y cerca de 350 fragmentos donados por el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía que ayudarán para continuar con estas investigaciones. Actualmente, los investigadores también están interesados en estudiar las afectaciones cerebrales que puede causar el virus del SARS-CoV-2. Estaremos pendientes.