El cineasta peruano Eduardo Guillot presenta una postal del poeta y guerrillero Javier Heraud en esta película
Ciudad de México (N22/Julio López).- Poeta y guerrillero, libre pensador y amante de la vida, así describe el cineasta peruano Eduardo Guillot a Javier Heraud en la película La pasión de Javier que se presenta en el marco de Festival Internacional de Cine en Guadalajara.
«Siempre me pregunté por qué no se había hecho una historia que tenía elementos muy interesantes para explotar y cuando me fui aproximando a investigar, me di cuenta que era muy difícil, ¿cómo contar la historia?, ¿desde qué punto de vista contarla?», señala en entrevista el cineasta quien realizó una larga investigación, entrevistó a su familia y amigos, incluso buscó a los guerrilleros que pelearon junto a él. Trabajó durante diez años en un guión que lo dejara satisfecho. Al final, la película se cuenta como un gran flashback que inicia en el año 1963 y luego retrocedo a finales de los años cincuenta cuando el joven Javier Heraud ingresa a la Pontificia Universidad Católica de Perú.
«Yo siempre pensé en una más intimista, pero no podía librarme de que tenia que recrear una época y recrear una época se convirtió también en todo un reto.»
El director tomó el camino más universal y el menos arriesgado para introducir al espectador a la vida de este hombre… La pasión de Javier es una historia de amor, una versión edulcorada de Javier Heraud, un hombre que formó parte del Movimiento Social Progresista, que luego de viajar a Rusia, China y Cuba decidió unirse al Ejército de Liberación Nacional bajo el seudónimo de Rodrigo Machado para luchar contra el General Ricardo Pérez Godoy, quien en el año de 1962 había dado un golpe militar para asumir la presidencia de Perú.
«Yo creo que estaba muy influenciado por un lado y, por otro lado, el tenía este gran deseo de pertenecer a una gran gesta, de cambiar realmente las cosas en el Perú.»
Lamentablemente, este clamor revolucionario del poeta guerrillero se presenta de manera contenida.