La cinta escrita y dirigida por Rodrigo Ruiz Patterson tiene su estreno en México en la sección Largometraje de ficción mexicano del 18 FICM
Morelia, Michoacán (N22/Huemanzin Rodríguez).- En la antigüedad, existió el concepto en latín stultifera navis que ha sido traducido como la “nave de los locos”. Se dice que fue una embarcación dejada a la deriva con un grupo de personas «enfermas» o diferentes a la idea de normalidad. También se dice que en la stultifera navis ocurrían en alta mar fiestas no permitidas en tierra. La película Blanco de verano (Ruiz Patterson, 2020) es una especie de nave de los locos, el océano es ese territorio fronterizo entre la Ciudad de México y el siguiente punto urbano en el Estado de México. La nave es una casa de interés social, pequeña. Y la tripulación es una madre con su hijo, y el extraño que llega a casa como el nuevo amante de ella. Rodrigo Ruiz Patterson, egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica y autor del cortometraje Paradisio (2013) y Arreglo napolitano (2019), da algunos detalles sobre su más reciente película.
«Es un conflicto bastante clásico. Al final es un arquetipo donde están dos hombres enamorados de la misma mujer. Yo creo que el amor tiene muchísimas vertientes y se compone de muchísimos elementos que tratamos de explorar aquí, con la complejidad posible. Esta película parte de una creación de personajes y lo que intentamos nosotros es ser fieles a sus acciones.
»Esta película es bastante existencialista en el sentido de que, yo creo, y lo creo en mi vida personal, que la gente es lo que es y las decisiones que toma. Y que estamos condenados a la angustia porque las decisiones tienen consecuencias.»
El punto geográfico donde ubicas la casa donde vive la madre y su hijo, les coloca sí, en un espacio alejado de la ciudad, en medio de otras casas iguales sin que a ninguna otra persona le importe mucho lo que vive esa familia, porque al parecer, todos están ensimismados. Entonces, están alejados por fuera y por dentro.
Nos pareció que la madre tomaría la decisión de vivir más lejos con tal de tener una casa más digna, de lo que podría lograr más al centro de la ciudad. Son casas muy pequeñas de materiales muy precarios y entonces nos pareció que era el espacio preciso para el conflicto provocado por la llegada de un intruso al hogar de la madre y el hijo, en una casa pequeña donde los muros son de tabla roca y se puede escuchar todo lo que sucede detrás de las paredes.
Creo que es una película que responde a unos personajes que tratan de hacer lo mejor que pueden, sin tener villanos ni tener héroes. Digamos que esta película es de buenas intensiones, pero no tan buenos resultados.
Al final, pese a todo, tu película tiene luz.
Casi siempre hago películas muy oscuras y el que me digas que ves luz, es un gran cumplido para mí. Hay un diálogo entre los personajes que dice: “Blanco de verano es el color que refleja mejor la luz”. Creo que para tratar la oscuridad que tienen los personajes, debe de existir luz para tener entonces esa complejidad.
Blanco de verano, puede ser vista a través de la plataforma digital Cinépolis click, el 30 de octubre del 2020 a partir de las 22 hrs.
Imagen de portada: Still Blanco de verano / Cortesía